Cuando uno piensa en bebés, la primera imagen que aparece en la mente es de un pequeño bodoque llorando a todo pulmón; cosa que es normal, ya que forma parte de las principales actividades de un ser humano en sus primeros años. Sin embargo, un nuevo estudio ha revelado que hay lugares en este mundo donde el llanto de los infantes parece más una competencia que otra cosa.

La Universidad de Warwick, en Reino Unido, realizó una exhaustiva investigación para así comprobar lo que acabamos de decir y encontró que, en efecto, hay países cuyos pequeños suelen hacer dramas casi tan poderosos como el que hizo Soraya Montenegro en María la del barrio.

De acuerdo con la información recopilada por el profesor Dieter Wolke en el Departamento de Psicología y la Escuela Médica de Warwick, que estudio a no menos de 8,700 bebés, se pudo determinar en qué países viven los más llorones:

  • Reino Unido
  • Canadá
  • Italia
  • Países bajos

En promedio, los bebés de todo el planeta lloran por periodos de aproximadamente dos horas al día, tan sólo dentro de sus primeras dos semanas de vida. Existen casos desafortunados en los que el llanto se prolonga hasta cinco horas por día.

Ahí es donde el horror es real.

Por fortuna, el tiempo de llanto aumenta en la sexta semana y después se reduce a una hora con 15 minutos, conforme transcurren los días hasta llegar a la duodécima, donde ya se va calmando un poco la cosa.

Contrariamente a los países ya mencionados, en lugares como Japón, Alemania y Dinamarca se sufren menos casos de padres desvelados debido a conciertos infantiles. Ahí se encontraron casos en donde los bebés apenas lloraban por 30 minutos.

Los bebés son muy diferentes cuando se habla de llanto en sus primeras semanas de vida -hay muchas variaciones-, dijo Wolke en su estudio. Podríamos aprender mucho más en culturas donde estos lloran menos o donde todo se deba a causas como la paternidad, factores genéticos o hasta los relacionados con experiencias durante el embarazo.

Como pueden ver, nuestro país no figura en ninguno de los lados de la balanza, así que podríamos decir que nuestros niños y niñas están dentro del promedio común. De alguna manera hay que estar agradecidos por ello; no queremos ni pensar en lo que sería de los mexicanos si tuvieran que enfrentarse a nenes que lloraran por cinco horas y además, tuvieran que lidiar con cambios de horario.

Todo lo que no sabías que necesitas saber lo encuentras en Sopitas.com

Comentarios

Comenta con tu cuenta de Facebook