Lo que necesitas saber:
Xin Xin es la última panda gigante nacida en México y por su edad ya se encuentra en su última época de vida. Aquí le dedicamos un pequeño homenaje.
Los pandas son de los osos más tiernos de la naturaleza. Xin Xin es una panda que nació en el Zoológico de Chapultepec y que con 35 cumplidos supera las expectativas de vida de los de su especie. Por esto, se considera que vive sus últimos momentos y la gente ya la visita a manera de despedida. Este es un homenaje a Xin Xin y un poco de la historia de la Ciudad de México y sus pandas.
Xin Xin es la última panda gigante nacida en nuestro país y la única que habita en los zoológicos de Latinoamérica. Sus padres fueron Chia Chia, que llegó a México desde el zoológico de Londres y la famosa Tohuí, la primer panda gigante que nació en cautiverio fuera de China, también en Chapultepec como Xin Xin, en 1981.
El nombre de esta bella panda significa “esperanza” en chino. Su cumpleaños 35 se celebró con una gran fiesta el pasado 29 de junio con música, un espectacular desfile de dragones chinos, un concurso de dibujo, pastel para los invitados y uno especial preparado para ella, además de que apareció en los billetes de la Lotería Nacional del sorteo del 27 de julio pasado. Con esto se celebró también la alianza entre México y China.
Una panda longeva
Aunque en China hay registro de pandas que llegan hasta los 38 años de edad en cautiverio, Xin Xin ya rompió el récord de longevidad de los que viven fuera de ese país. Ella no está enferma, pero se encuentra en la etapa de su vida en la que ya recibe cuidados específicos, con una dieta y un espacio especial para asegurar que tenga una vida digna.
Sus cuidadores son conscientes de que la panda está en la etapa final de su vida, la esperanza vital de los pandas gigantes en cautiverio es de 20 a 25 años. Xin Xin es admirada por su longevidad y hasta ahora se mantiene como símbolo de la conservación, así como de la amistad de nuestro país con la nación oriental.
Esta osa panda no tuvo crías y desde su nacimiento se convirtió en uno de los animales más visitados del Zoológico de Chapultepec. Ahora es embajadora de la conservación y sigue conquistando el corazón de todos los que la conocen. El horario del zoológico es de martes a domingo de 9:00 a 16:30 y según el personal del lugar, el mejor horario para visitarla es de 10:00 a 13:00 horas.
Los osos panda de la Ciudad de Mëxico
Los pandas gigantes llegaron a México en 1975, gracias a la alianza diplomática que se creó con China. Pe Pe y Ying Ying, los abuelos de Xin Xin, fueron un regalo de esta nación y de su unión nació Tohuí, la famosa panda que fue todo un fenómeno y a la que Yuri le cantaba: “Pequeño panda, aún no andas y ya queremos verte jugar…”.
Pe Pe y Ying Ying murieron jóvenes a finales de la década de 1980 y llegaron a tener otras crías además de Tohuí, entre ellos: Xen Li, Liang Liang, Xiu Hua, Ping Ping y Shuan Shuan, esta última tía de Xin Xin y su última acompañante en el Centro de Conservación Animal, pues murió en 2020 con 35 años de edad cumplidos.
China regaló osos panda a otros países como Estados Unidos, Japón, Reino Unido y Taiwán, pero a mediados de los años 80, su gobierno cambió su política de regalar estos osos y desde entonces sólo los presta temporalmente a cambio de dinero que es utilizado para la conservación de la especie.
¿Xin Xin, la última panda mexicana?
Es probable que esta hermosa panda gigante propiedad del gobierno mexicano sea la última que tengamos en el futuro cercano. Por ahora las tarifas que China impone para el préstamo de pandas son muy altas y además exige la devolución de los oseznos que nacen en otros países, así que habría que pagar una gran suma o esperar a que sus políticas cambiaran.
Por ahora aún tenemos a Xin Xin, a quien le rendimos homenaje. La tierna panda ya cumplió 35 años y esperamos que nos acompañe por algo más de tiempo. Todos los mexicanos la queremos y cuando nos deje terminará una larga tradición de varias décadas, pues los osos panda ya son parte de nuestra cultura y seguramente los vamos a extrañar.
