Por: Alberto Milo

Hace unos días la marina australiana se vistió de gala. ¿El motivo? Estrenaron barco. Sí, en Sídney se llevó a cabo una ceremonia para festejar la puesta en servicio de un HMAS Supply, o sea, un buque de guerra cuyo costo rebasa los 1.5 billones de dólares.  

Como parte de la ceremonia, la marina australiana contrató a un grupo de bailarinas de twerking para que hicieran una representación en el muelle donde el evento tuvo lugar. What?! Sí, y ese mismo día, la ABC subió un video donde se puede ver a las bailarinas en pleno acto mientras que varios elementos de la marina, y miembros del gobierno australiano, observan. 

Este el video oficial del gobierno:

El video se viralizó de volada, y ya sabemos lo que esto significa: opiniones de todos los colores. La naturaleza del evento hizo que muchos consideraran inapropiado el haber incluido un baile de este estilo dentro de la ceremonia. Y ojo porque esta postura fue la más fuerte entre la banda, y tuvo representantes en el gobierno así como en el resto de la población.  

Otra cuestión que también se comentó muchísimo fue el tema de la sexualización de las bailarinas. Y es que, desafortunadamente, el desprecio de algunos por esta iniciativa se convirtió en motivo para atacar y acosar en redes sociales a las integrantes.  

Pero –no lo van a creer–, resulta que al ver bien el video que ABC había publicado se identificó que éste había sido editado engañosamente, mostrando entre el publicó a algunos representantes del gobierno que, en realidad, no habían estado presentes durante el baile, ya que éste había sido antes de su llegada. Entre ellos el gobernador general y algunos dirigentes del ejército. Ya se parecen a algunos políticos mexicanos que se photoshopean el cubrebocas… ohquela.

Esto se buscó aclarar rápidamente en los medios más importantes de Australia, explicando con claridad que el video no mostraba la realidad del momento y que buena parte del enfado del pueblo australiano hacia sus dirigentes se debía a la mentira mostrada. Y pos sí…

En relación con todo este asunto, Scott Morrison, primer ministro de Australia, salió a declarar la decepción que sentía por la forma en que ABC había presentado el evento en su video. Aparte, comentó que le parecía una falta de respeto hacia las bailarinas y un acto de deshonestidad hacia su gobierno.  

Finalmente, después de las declaraciones del primer ministro, ABC reconoció que, en efecto, el gobernador general y los dirigentes del ejército no habían estado presentes en ese momento de la ceremonia. La emisora pidió disculpas a los miembros difamados, pero olvidaron hacer lo propio con las bailarinas. Chia…

Aquí la disculpa de la ABC:

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