Lo que están por leer ocurrió en Rusia, tierra mágica donde suelen ocurrir las cosas más extrañas.
Resulta que nomás por cotorrear, en el Aeropuerto Internacional de Kemerovo, en Siberia, tuvieron la ocurrencia de usar como parte de la decoración a un viejo avión MIG-21, que data desde la época de la antigua Unión Soviética.
La idea era convertir al MIG-21 en un monumento y para eso lo trasladaban con una grúa. Desgraciadamente todo acabó mal pues los especialistas no calcularon bien el peso del avión y éste acabó cayendo al suelo partiéndose en dos:
Tsss…
¿Descuido de los trabajadores? ¿El avión era muy pesado? ¿Un accidente sin culpables?
Cada quien tendrá su propia opinión, aquí lo verdaderamente lamentable es que la gente siga grabando videos en formato vertical.