Con Tinder convirtiéndose en una de las nuevas formas de buscar pareja, muchos han encontrado la herramienta perfecta para encontrar a su alma gemela… o para buscar alguien con quien darle al arrumaco.

Sin embargo y como toda cita a ciegas, hay veces en que las cosas pueden salir medio embarradas. Muchas veces cuando conocemos a alguien por primera vez, los nervios nos ganan y como que las tripas se nos aflojan, teniendo que salir corriendo al escusado más cercano.

Pero lo que le ocurrió a una joven en busca del amor en Tinder, es una de las historias más manchadas que hemos escuchado. Tras conocer a Liam Smith mediante la aplicación, ambos tuvieron una cita bastante agradable, tanto así que se dirigieron a la casa de él para ver un documental de… o eso dicen.

Pero como es costumbre, la naturaleza llamó y la muchacha tuvo que pasar al baño de Smith, en donde soltó grandes bombazos en el escusado. Temiendo que semejantes bolas de desperdicio no pudieran ser devoradas por el dispositivo de porcelana, alguna providencia extraña le dio la idea de lanzarlas por la ventana… ok.

Sin embargo, esta obra le salió mal, ya que en el mejor ejemplo de ese viejo adagio de: le salió el tiro por la culata, no se dio cuenta de que la ventana era de doble cristal, lo que dio como resultado que el material café se quedara atrapado entre ambos vidrios.

“Es una ventana peculiar. Solo se abre uno de los cristales, pero solo por la parte de arriba. Y queda entre éste y el segundo de los cristales un espacio.”

Esta fue la explicación dada por el mismo Smith a la BBC, quien quedó impactado al entrar al baño… no, no por el mal olor, sino por ver atorada a su cita entre los dos cristales:

Como ella es una aficionada a la gimansia, creyó poder sacar los truños al deslizarse por el primer cristal, sin embargo y como todo lo que le había pasado en ese condenado baño, le salió mal.

Si no bastara con el oso de que su cita la viera atrapada, además de su brillante idea de lanzar las heces por la ventana, Smith se vio forzado a llamar a los bomberos para que la rescatarán, y de paso, para deshacerse del material fecal.

Apenada y un poco maloliente, la muchacha acordó a pagar la reparación del cristal, el cual le saldría en 300 libras. Viendo la oportunidad de que la gente le ayudará a pagar la compostura, Smith compartió la historia mediante GoFundMe, en donde obtuvo 2387 libras.

Junto a la apenada muchacha, Smith decidió donar las ganancias a grupos que construyen escusados para regiones pobres del tercer mundo.

Y bueno, parece ser que no todo fue malo, ya que Smith y está muchacha que ha permanecido anónima por obvias razones, tuvieron una cita número dos… vaya ironía.

Pues ya saben, para que no lleguen a sufrir las de Caín, pues coman bastante fibra antes de buscar pareja en Tinder.

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