Lo que necesitas saber:

En la CDMX tenemos lugares embrujados, así como misteriosos fantasmas que se han vuelto parte de nuestras tradiciones y nuestra cultura.

Los fantasmas y aparecidos son almas que penan por el mundo de los vivos, ya sea porque tienen asuntos pendientes qué resolver, porque no fueron admitidos en el más allá y deben penar eternamente o porque se niegan a dejar este plano de existencia, entre otras razones misteriosas. A propósito del Día de Muertos, aquí tenemos algunos de los fantasmas más típicos y tradicionales de la CDMX.

En México tenemos una larga lista de fantasmas y aparecidos./Imagen Unsplash

En nuestra ciudad tenemos lugares y casas embrujadas y muchos de estas almas en pena han pasado a la historia con sus respectivas leyendas que nos cuentan su origen y la causa por la que siguen en este mundo. Estas historias pueden ser aterradoras y además de la gente que asegura haber visto a estos espectros, no faltan los curiosos que quieren encontrarse con ellos en los lugares en los que suelen aparecer.

Las leyendas de apariciones pasan de boca en boca./Imagen Unsplash

Así es como tenemos lugares que marcan nuestra cultura capitalina no sólo por su importancia histórica, sino por los fantasmas que los habitan. Estos son algunos de los espectros y aparecidos que se han ganado su popularidad por aterrar a la gente desde la oscuridad de la noche. Sus leyendas pasan de boca en boca y de generación en generación.

El Charro Negro del Palacio de Lecumberri

Se dice que el Palacio Negro de Lecumberri, sede actual del Archivo General de la Nación, aloja a más de un fantasma. Dejó de ser prisión en 1976, pero aún así es un lugar imponente, en el que daría miedo pasar la noche. Se dice que por los patios y jardines del lugar se aparece el fantasma de un jinete elegante vestido de negro.

El “Palacio Negro” es un lugar terrorífico./Imagen gob.mx

No se sabe a quién corresponde este personaje que se manifiesta entre gritos y lamentos terribles, pero se dice que representa el sufrimiento de las almas de los cientos de presos que perdieron la vida en esta enorme cárcel de la CDMX. De hecho, se sabe que Lecumberri tiene otros fantasmas como el de un prisionero ahorcado, el de don Jacinto, que espera la visita de su mujer cada viernes y hasta el de un archivista que deambula por los pasillos del lugar.

La Planchada en el Hospital Juárez

Otra de las leyendas urbanas más conocidas de la ciudad dice que el fantasma de una enfermera de uniforme impecable se aparece en el Hospital Juárez del Centro Histórico, antes llamado Hospital de San Pablo. Su nombre era Eulalia, trabajó ahí a principios del siglo XX y cuentan que murió de mal de amores, cuando un médico del que se enamoró la traicionó.

La enfermera Eulalia regresa del más allá para atender a los enfermos./Imagen Sólo Videos de Terror Facebook

Según algunos, es un fantasma bondadoso que se aparece para cuidar a los enfermos críticos, aunque otras versiones dicen que atormenta a los médicos y a los pacientes debido a su sufrimiento y supuestamente también se aparece en otros hospitales del país.

Las Brujas de Tlalpan y Milpa Alta

La leyenda de brujas que se transforman en bolas de fuego y recorren los cerros por la noche es muy conocida en diferentes lugares de la ciudad y del país. Dentro de la CDMX, en áreas como Tlalpan, Tláhuac, Xochimilco y Milpa Alta, se advierte a la gente para que no anden solos de noche por el cerro y las milpas y no dejen solos a sus bebés por ningún motivo.

Hay leyendas de brujas en todo el país./Imagen Unsplash

También se aconseja no perturbar la naturaleza o las brujas enojadas saldrán al encuentro de quién lo haga. Además de correr por los cerros como bolas de fuego, también pueden manifestarse como gallinas negras. Entre otros lugares donde se les ha visto están el parque de Los Dinamos o el cerro del Ajusco y hay que tener cuidado con sus maldiciones.

El monje de Chimalistac

Este barrio histórico de la alcaldía Álvaro Obregón es famoso por sus cuatro puentes construidos en el siglo XVII por monjes carmelitas sobre el desaparecido Río Magdalena. Al Puente del Púlpito se le conoce por ser el sitio donde en las madrugadas se aparece el espectro de un monje encapuchado entre bruma espesa y un aire helado.

El Puente del Púlpito en Chimalistac aloja el espíritu de un monje./Imagen Wikipedia

Dicen que este monje camina hasta posarse en el centro del puente, ahí alza los brazos y pronuncia un sermón en latín que significa: “Dales Señor, el descanso eterno, y que la luz perpetua los ilumine”. Posiblemente este monje carmelita guarda un secreto misterioso o recibió algún castigo de su orden y su alma quedó atrapada en el puente. Los que lo han visto y escuchado dicen que cada una de sus palabras hiela la sangre.

La Emperatriz Carlota en el Castillo de Chapultepec

El emblemático Castillo de Chapultepec también tiene su fantasma, y es nada menos que el de Carlota de Habsburgo, que deambula por los salones y corredores vestida con trajes de época. Se dice que de noche se escucha el sonido de un piano sin que nadie lo toque, además de otros ruidos y susurros extraños.

Los fantasmas de los Habsburgo habitan el Castillo de Chapultepec./Imagen Los 40 México Facebook

La Emperatriz fue víctima de una historia trágica y es posible que su espíritu permanezca en el lugar que habitó durante su tiempo en la Ciudad de México. Los testigos cuentan que hay puertas que se cierran solas y presencias que se sienten como una brisa escalofriante. Algunos dicen que el fantasma de Maximiliano también habita el lugar.

Valentín Gómez Farías en Mixcoac

Gómez Farías llegó a la presidencia de México en cinco ocasiones por períodos breves. Conocido como “el padre de la Reforma”, le declaró la guerra a la Iglesia y fue un personaje importante en la separación del Gobierno y el clero en el siglo XIX. En el barrio de Mixcoac hay una plaza que lleva su nombre y está situada junto a una casona que el político y médico habitó.

El alma del ex presidente reformista se aparece en el barrio de Mixcoac./Imagen Museo del Telégrafo Facebook

La leyenda cuenta que este personaje le pidió a su hija que al morir fuera sepultado en el patio de su casa sin ninguna ceremonia religiosa. Aunque sus restos están actualmente en la Rotonda de las Personas Ilustres, se dice que su fantasma, también llamado “el fantasma de Mixcoac”, ronda por esta plaza que fue especial para él, principalmente en la noche del 15 de septiembre.

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