Hace un par de meses los jóvenes que aparecen en el siguiente video creyeron que no era mala idea dar una vuelta en su carro a una velocidad de 90 mph… dentro de un área en la que el máximo es de 30 mph.
Sin embargo, la idea sí fue mala: los veinteañeros Kyle Careford y Michael Owen terminaron estrellándose contra la pared de una iglesia, dejando todo grabado en el celular del homónimo del popular jugador de fútbol.
No vemos el choque, pero se escucha él impacto… luego todo se torna negro, para después escuchar a una mujer tratando de reanimar a los chicos, diciéndoles que la ambulancia estaba en camino… sin embargo, murieron instantáneamente.
“Realmente no sé por qué decidieron hacer lo que hicieron, pero culpo a los dos por las decisiones que tomaron esa noche”, comenta la madre de Michael. “Si esto detiene a una persona de cometer el mismo error, entonces algo bueno ha salido de mostrar el vídeo”.
Los hechos ocurrieron en abril pasado, en Sussex, Reino Unido. Aunque usaban cinturón de seguridad, el manejar a alta velocidad y haber tomado drogas antes de subirse al auto, dio como resultado lo que vemos en el video. Además, Kyle no contaba con licencia de conducir… muchas malas decisiones.