Cuando hablamos de pop, muchas veces hay un estigma sobre un tipo de música comercial con ciertos estándares que la hacen ‘fácil de escuchar’ y que está hecha con el único propósito de vender. Por supuesto, cada quién tendrá su concepción sobre el término, pero si de algo podemos estar seguros es que hay discos geniales dentro de la estela de la industria mainstream.

Ahí nada más para tener algunos en el mapa y comprobar lo que les decimos, a continuación les mostraremos algunos de esos álbumes del nuevo milenio que le dieron otro sentido a la música pop desde el inicio de los 2000 hasta la actualidad. Veamos de cuáles se acuerdan por ahí.

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Twitter: @Khan_iakhan08

Lily Allen – Alright, Still (2006)

Podemos decir con seguridad que Alright, Still de Lily Allen es uno de los debuts más sobresalientes que nos dejó la primera década de los 2000. Y es que fiel a la costumbre británica de explorar la música, la cantante y su equipo -entre el que se encontraban Greg Kurstin y Mark Ronson- le pusieron a la escena popera un toque lleno de reggae, R&B de la vieja escuela, vibras funk y más.

Han pasado ya unos añitos desde que este disco salió a la luz y es más versátil de lo que parece. Muy entretenido de principio a fin sin duda y uno de los mejores álbumes de pop de aquella década.

Mark Ronson – Uptown Special (2015)

Cada productor tiene una época en la que brilla, pero es justo decir que Mark Ronson lleva ya un buen rato como uno de los genios musicales más importantes de la industria musical pop. Y su éxito es aún más notorio pues constantemente navega contracorriente y trae lo retro a nuestros días de la mejor manera.

Lo hizo en su momento con artistas como Amy Winehouse y el exitoso Back to Black (POR ACÁ hablamos con él sobre su trabajo con Amy). Sin embargo, otro discazo que se ha mandado el británico es el Uptown Special del 2015, un disco repleto de funk de calidad que no pasó desapercibido por el mundo. Tan es así, que ese disco albergó a la que es quizá la canción más popular de ese año: “Uptown Funk” junto a Bruno Mars.

Y ahí no paran las colaboraciones geniales pues en este disco también encontramos un par de tracks con Kevin Parker de Tame Impala o con el mismísimo Andrew Wyatt (compositor que ha trabajado también con Mars, Lady Gaga, Liam Gallagher y más). Una joya total.

MØ – No Mythologies To Follow (2014)

Antes de volverse mundialment famosa con “Lean On” junto Major Laser y DJ Snake, MØ debutó en la industria musical con el disco No Mythologies To Follow de 2014. Lo que hace genial a este disco es la gran cantidad de matices que lo componen y las influencias que se encuentran en él.

Así como tiene canciones cercanas al electropop y el synthpop, hay algunas más que rescatan influencia del trap que en aquel momento comenzaba a dominar la escena musical mundial. También hay algunas rolas como “Walk This Way” que tienen algunas texturas del rock, con algunas guitarras de corte indie.

Este disco es, en todo sentido, la expresión de lo que algunos denominan ‘pop alternativo’. Las comparaciones son odiosas, pero digamos que si Karen Marie Ørsted -nombre real de MØ- hubiera nacido en Estados Unidos, que es la cuna de la industria pop mundial, posiblemente hubiera cosechado un éxito similar al que Billie Eilish cuando empezó a ganar foco.

Beauty Behind The Madness – The Weeknd (2015)

Este fue el disco con el que The Weeknd hizo la transición de un artista emergente a una superestrella total de la escena pop. Beauty Behind The Madness, su segundo disco, lo sacó de esa estela de cantante al que solo unos pocos afortunados conocían, para convertirlo en uno de los exponentes más sobresalientes de esa corriente a la que algunos catalogan como ‘alternative R&B‘.

Los temas más recordados, “Can’t Feel My Face”, “The Hills” o “Acquainted”. Sin embargo, el disco está lleno de canciones realmente hipnóticas como “Losers” (con Labrinth) y varias colaboraciones de la talla de Ed Sheeran o Lana Del Rey. Hay en definitiva un antes y un después de este disco para el canadiense.

Lana Del Rey – Born To Die (2012)

La irrupción de Lana Del Rey en la escena musical de comienzos de los 2010 fue importante por muchas razones. Ella es básicamente la artista que terminó por sentar el extraño concepto del ‘indie-pop’. Es el raro caso de esa artista de la industria pop que agrada y encaja tanto en los círculos mainstream de la música como en la escena alternativa.

Y el disco que terminó por detonar su importancia fue precisamente Born To Die, una placa que evoca mucha estética vintage y al mismo tiempo, se siente actual con toques del llamado ‘pop barroco’ e incluso algún guiño de hip-hop muy sutil. Lo podemos decir sin bronca: es el disco de pop perfecto para tristear; es el que puso el mood sad de moda en la industria popera. 

 

Róisín Murphy – Overpowered (2007)

Una joya que nos muestra lo que es la buena música dance y cómo debe hacerse un beats electrónicos pegajoso. Cuando Róisín Murphy lanzó en 2007 el fabuloso Overpowered, nos dejó bien en claro que el mundo debía voltear a ver a otros mercados más allá de la escena estadounidense o la inglesa.

Vibras dance, de música electrónica, house, algo de rock por ahí… Overpowered es un disco que al escuchar, uno no puede evitar bailar. Es uno de esos discos que es divertido de comienzo a fin.

 

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Redactor de música, entretenimiento y otras cosas cool en SopitasFM como parte de Sopitas.com. Recién (o ya no tanto) salido de la carrera de comunicación y periodismo de la FES Aragón UNAM. "La música...

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