Lunes, y aquí nuestro esperado espacio de antítesis. Como algunos ya saben -y para los nuevos lectores- Antitendencias Sonoras es un espacio que dedicamos a la difusión de aquellos proyectos musicales que no cumplen los estándares “casi” obligatorios de la música meramente comercial o popular. Música que emerge de las profundidades, de compositores empedernidos en búsqueda de una expresión musical singular e íntima, en donde no se piensa en el gusto del público sino el de ellos mismos. Música que difícilmente escucharemos a través de los medios de comunicación masivos o en los principales festivales y/o sedes de nuestro país; pero que está ahí, al rededor del mundo, esperando los oídos indicados que puedan albergarla y transformarla en un sentimiento.

Como hoy es día de muertos y muchos están con el plan de espantar,  he seleccionado música totalmente estruendosa para que le suban al máximo a sus bocinas y espanten a todo su alrededor. Sorprendan a sus vecinos, que piensen que ya les dio por meterse a una secta -o algo así-. A pesar de que sí es ruidosa lo interesante es que en el fondo hay mucho amor, hay melodías muy coloridas; a decir verdad, es un sonido muy complejo de definir, lo cual significa que tiene mucha personalidad. Hablaré -como siempre- de uno de mis músicos y compositores contemporáneos favoritos: Jefre Cantu-Ledesma.

 

Jefre Cantu-Ledesma

Jefre Cantu-Ledesma es un multiinstrumentista y compositor nacido en Texas. En un principio estudió pintura y escultura en San Francisco -donde actualmente radica-, fue en 1996 cuando se adentró a terrenos musicales; en un inicio como colaborador -con artistas como Grouper,  Alexis Georgopoulos, The Alps-, y también ha trabajado en otras disciplinas como con el cineasta Paul Clipson.

En realidad Jefre ha estado en innumerables proyectos por más de 20 años, uno de los más reconocidos es Tarentel, banda de post-reock donde ha permanecido desde su origen. Por otro lado también es la cabeza líder del sello Root Strata, respetable disquera donde destaca su selecta música ambient, drone y noise; gracias a este sello se han descubierto talentos como Oneohtrix Point Never, Keith Fullerton Whitman, Grouper, entre otros; además de que actualmente difunden mucho proyectos emergentes.

Como solista Jefre Cantu-Ledesma debutó en el 2007 con The Garden Of Forking Paths, un álbum muy ambient-drone que sirve muy bien como una introducción a su trabajo posterior. Este álbum es un reflejo de hacía dónde quería perfilarse musicalmente, encontrándose en música contemplativa y un tanto romántica que permite caer en un estado conciencia. Lo sorprendente de este álbum fueron los instrumentos y elementos a los que recurrió para lograr su sonido, encontramos guitarras, armonios, cassettes, shruti box (instrumento hindú), entre más cosas interesantes.

 

 

Desde entonces Jefre Cantu-Ledesma se ha encargado de publicar constantemente -en algunas ocasiones hasta tres álbumes por año-. Lo interesante es que en cada álbum ha servido para auto-reconocerse poco a poco. Si nos clavamos de lleno en sus 11 álbumes publicados encontramos un pequeño hilo conductor que los une pero que sostiene un imponente sonido que es un reflejo de su cambiante personalidad sonora.

Algo que se destaca es su experimentación un tanto atraída al noise, hacia una vertiente de experimentación con texturas,  el de llegar a puntos explosivos pero que aún permitan existir, de una u otra manera, una melodía, una estructura -por decirlo de alguna manera- “natural”. Visualmente la veo como si por encima de un garabato negro nos pusiéramos a dibujar un hermoso paisaje con colores pasteles y agradables, los colores se mezclan, hay mucha interferencia que no permite “visualizar” nítidamente, pero aun así es perceptible; ahí recae a su particular belleza.

 

 

Como han podido escuchar con los anteriores “videos”, se logra percibir la evolución de un sonido muy ambient a la experimentación mucho más estridente. Este año entregó A Year With 13 Moons un álbum que me extrañó el que haya publicado con la disquera Mexican Summer ya que la verdad no había visto que publicaran álbumes con estas particularidades. Pero justamente este álbum muestra un sonido un tanto distinto, mucha distorsión aún pero comienza a incluir elementos rítmicos mucho más limpios y perceptibles; podría decirse que dentro de lo que cabe -y en comparación de sus primeros álbumes- un poco más digerible, lo cual lo hizo muy bien ya que aun así no pierde su esencia

A continuación dejaré un playlist para que puedan nadar en múltiples texturas y expresiones de Jefre Cantu-Ledesma. Y como siempre, guarden el prisma sonoro dentro de su bolso derecho.

T: @hreveh

 

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