Si es que hay una banda cuyo nombre sea sinónimo del new wave ochentero, seguro muchos estarán de acuerdo con Duran Duran. El grupo británico impuso su estilo de música y moda en los primeros años de MTV, cuando el synthpop reemplazó a la música disco como el sonido preferido de los clubs nocturnos, y el video musical era el rey para promover a un artista. Desde que lanzaron su homónimo debut en 1981, seguido por el tan aclamado y popular Rio en 1982, Duran ha sido un referente obligatorio cuando pensamos en la estética visual y sonora de aquella década. Sin embargo, la banda no desapareció con sus pares de los 80, sino al contrario, fueron de los pocos sobrevivientes que adaptaron su estilo para encajar en los 90, y más allá…

El próximo viernes, 11 de septiembre, saldrá a la venta Paper Gods, el decimocuarto álbum de su prolífica trayectoria (aunque ya puedes escuchar el álbum completo abajo). Con motivo de su próximo lanzamiento, Sopitas.com tuvo el gusto de entrevistar a John Taylor, bajista y co-fundador de Duran Duran. El new romantic nos platicó sobre el nuevo álbum, cómo fue trabajar con Nile Rodgers y Mark Ronson como productores, su impresionante listado de colaboradores, su próxima visita a México, y las nuevas tendencias en pop. Más que un regreso triunfal, Paper Gods marca un intento consciente de parte de los británica de mantener cierta relevancia sobre el radar del pop.

 

JOHN TAYLOR: Espero que lleguemos a México en la gira de este álbum. Me encanta la Ciudad de México. Nos morimos de ganas de tocar por allá de nuevo. Hace poco estuve en Cabo, de hecho, por unas breves vacaciones. No será este año, pero yo espero que el que entra sea el bueno.

SOPITAS.COM: La última vez que los tuvimos por acá fue en 2011, si no me equivoco. ¿Hay alguna memoria que resalte de aquel viaje?

JT: Tuve un día libre en la Ciudad de México, y tenía un guía excelente. Fui a la casa de Frida Kahlo, vi dónde fue que murió Trotsky, hice el trayecto típico de un turista. Es genial tener a alguien que sepa por dónde y a dónde llevarte. ¡Oh! Fui a ver la nueva película de James Bond en México, creo que fue Quantum of Solace la que salió en 2011. Es una de las grandes ciudades del mundo, sabes, me encanta la comida, y es una ciudad que espero con ansias volver en el futuro. Y claro, me encantaría ver más del resto del país, hemos tocado en Guadalajara, donde nos la pasamos genial, tocamos en Monterrey… es un país bastante agradable, de mis favoritos, seguro.

S: Con respecto al nuevo álbum, ¿Qué significa para ti un “dios de papel”?

JT: Está en la canción. El tema habla sobre todas las maneras en que uno encuentra la identidad en las cosas. Cómo construímos una identidad para nosotros mismos empleando las películas que vemos, los equipos que apoyamos, la música que escuchamos, las ropas que vestimos. Son todos estos accesorios que aprovechamos para construir una identidad, pero la identidad es algo muy fluido para mucha gente. Yo no creo que deberíamos apegarnos a las mismas cosas cuando tenemos 40 años como cuando teníamos 14. Creo que tiene sentido que nuestras obsesiones cambien, pero a final de cuentas son factores externos. Es un poco materialista, pero sobre todo es insidioso, ya que ni siquiera estamos conscientes de lo que están haciendo en realidad; somos esclavos a estas imágenes y objetos. Aunque quiero clarar que no estamos pasando juicio en la canción, nada por el estilo. Todos somos víctimas de esto. A final de cuentas, todos nos hincamos ante los dioses de papel.

S: En este nuevo disco cuentan con varios colaboradores, desde Nile Rodgers (a quien conocen bien desde los días de Chic) y John Frusciante, a artistas de una generación más reciente como Kiesza, Mr. Hudson, Janelle Monáe, Jonas Bjerre, y hasta Lindsay Lohan, ¿Será que se apoyan demasiado en influencias externas o crees que encuentran un balance entre lo que la banda tiene que ofrecer y la contribución de otros artistas?

JT: Este álbum nos tomó dos años de trabajo y fue demasiada música. Así que la idea de contar con invitados especiales, otras personalidades colaborando a lo largo del álbum, para mi vuelve más interesante la experiencia del álbum. Lo hace más colorido. Pienso que nos ha permitido ser más flexibles. A mi me encanta Kiesza, y me encantó lo que Kiesza contribuyó a “Last Night in the City”, una canción de fiesta. Pero ella no tiene está típica voz de diva del EDM, y cuando ella cantó esa linea fue algo tan poderoso. Me fascinó la idea de que el disco tomara un riesgo como tal, y así de la nada escuches un desempeño vocal extraordinario. Pero en mi opinión, nunca es algo que domina, o sea, nunca dejas de escuchar un disco de Duran Duran. Todos [los colaboradores] desde Nile a John Frusciante, a Janelle… agregan algo al disco. Todos se sumaron con un sentimiento de admiración por la banda y queriendo ser parte de un momento. Nosotros nos sentimos honrados, en realidad. Creo que uno de los cambios claves en el transcurso de los últimos 20 años en la música ha sido este aspecto del feature. Tantas canciones populares en la actualidad son de artistas apoyados por otros artistas, y luego también ves esa misma dinámica en el EDM, así que tienes este intercambio de cantantes. En una canción [de hoy] puede que escuches más de un artista vocal, y sobre la duración de un álbum… ¡Dios mío! 50 minutos con el mismo cantante ya es una exigencia drástica. Yo realmente siento que contar con más voces hace que un disco sea más interesante.

S: Es curioso que lo mencionas, porque en los 80 era de lo más común que tu banda solo tuviera un vocalista, y se quedaban con ese vocalista por toda la duración de un álbum. Pero estos días, en un disco pop uno involucra a varios artistas a ser parte de un mismo proyecto. ¿Crees que esta inclinación por las colaboraciones se deba a nuestro déficit de atención en la era digital?

JT: Pues… sí, tal vez algo que tenga que ver eso en la música. Hay menos sucesos musicales en la actualidad. Aunque, de hecho, en R&B siempre ha sido así. Escucharías a The Temptations y The Supremes cantando en la misma canción, o tal vez tendrías a The Temptations apoyando a Stevie Wonder, o tal vez sea Stevie Wonder tocando la armónica en una canción de Marvin Gaye, o en Stax podías escuchar a Otis Redding haciendo duetos con otros artistas. Siempre ha estado presente. Y tal vez sea un desarrollo del hip-hop y la música dance, que son orientadas por la visión de los productores. Mucha de esa música no es creada en un escenario, sino son más bien productores de recámara, y ellos necesitan un frontman, alguien que le de voz a sus creaciones, como a Calvin Harris. Sabes, Calvin Harris no es una estrella de rock, pero es un productor increíble, así que siempre va a tener que involucrar a alguien. Cada cambio de moda también se refleja en cómo escuchamos música. Puedes tener a grandes artistas como Jay Z o Kanye, que no son las únicos voces de sus [respectivos] álbumes, y ves cómo invitan a Young Jeezy o a Frank Ocean para ser parte de sus discos. Es una virtud creativa el poder extraer lo necesario, no es un defecto. Por otro lado, en los 70, las bandas se enorgullecían de su auto-suficiencia. Bandas como The Sex Pistols, The Rolling Stones, Duran Duran [risas] eran como una pandilla, no necesitábamos de nadie, lo único que requeríamos era electricidad. Pero las cosas han cambiado ahora. No creo que tenga que ver con un déficit de atención, más bien es una evolución de la forma.

S: Mencionaste a Calvin Harris. Iba a señalar que ustedes trabajaron con Mark Ronson en el nuevo álbum, al igual que en el anterior, un productor con la versatilidad de mezclarse con todo tipo de artistas, y que una vez más vuelve con Duran Duran. ¿Cómo fue trabajar con todo estos productores?

JT: Todos contribuyen con lo suyo en la dinámica. Y eso es bueno para Duran, es bueno para nosotros tener otras voces en la mesa. Mark es un productor muy sensato, tiene un estilo particular para trabajar, y le gusta que sus ideas pasen por un proceso de gestación. Nile es un productor que vive mucho en el momento, él produce con su guitarra. Es menos charla y más música, deja que las cosas se manifiesten en el espacio. Mark es más experimental, en cambio. Mr. Hudson, quien produjo algunas de las canciones en el álbum, es un productor extraordinario. Por lo menos aquí, él fue el sujeto indicado para trabajar con nosotros. Tenía suficiente experiencia en el mundo del hip-hop, y al mismo tiempo era un tipo de Birmingham, igual que nosotros, sabía del legado de Duran, sabía qué era Duran… Somos como el papá que todo mundo quiere vestir a la moda, o la madre que quiere vestirse en las ropas de su hija. Duran es algo así, ¿qué tan jóvenes podemos ser? ¿Qué podemos utilizar para sacar ventaja? Tenemos en nuestro ADN central los inicios del electro, pulsos, percusiones, beats, este sonido que solo basta escuchar nuestro primer disco para darse cuenta que todo está ahí. ¿Cómo adaptamos eso al 2015? ¿Qué podemos tomar? Y luego Hudson empezó a arrojar ideas que nunca habíamos considerado; nos dijo, ¿Qué les parece esta parte con hi-hat de Kendrick Lamar? Y nosotros, ¡No lo sé, suena aterrador! ¿Podemos hacer eso? Y alguien diría, mientras no se escuche muy fuerte. Luego, un par de semanas después alguien diría, Saben, a mi sí me gusto mucho esa parte del hi-hat, ¿lo podemos arreglar? Tenía que pasar algo de tiempo para que nos acostumbráramos a la idea de ajustar algo así a nuestro sonido. Son cuestiones de estilo, pero por eso es porque nos tomó dos años hacer un álbum.

S: ¿Cuál es tu canción favorita de Nile Rodgers de sus días con Chic?

JT: La primera canción que hicieron, “Everybody Dance”, y creo que hay algo sobre esa canción que cambió la dirección de la industria. Tengo el 12″ vinilo de ese tema tema, y probablemente me quedaría con esa.

T: @ShyTurista

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