Este fin de semana, tendremos la oportunidad de ver en vivo a uno de los músicos más importantes en la historia de la música, con tres noches en la Ciudad de México protagonizadas por Roger Waters, quien interpretará los mejores éxitos de Pink Floyd, lo más cerca que muchos de nosotros estaremos de ver a la mítica banda en la que tocó junto a David Gilmour, Nick Mason, Richard Wright y Syd Barrett.

Luego de una turbulenta salida, batalla legal y posterior reconciliación con sus compañeros de grupo por todos conocida, Waters ha pasado varios años dando giras tocando en su totalidad discos emblemáticos del grupo, Dark Side Of The Moon y The Wall. De hecho con ambas giras visitó nuestro país, y como era de esperarse, éstas fueron un éxito rotundo, estableciendo récords de audiencia y por supuesto, de ganancias.

Pero desde hace tres años, con un concierto en la ciudad de París en Francia, terminó su gira con The Wall y el músico británico sólo ofreció algunos shows esporádicos, ya sin la temática del álbum de 1979. Con el anuncio de la participación de Roger Waters en el festival Desert Trip en Indio, California el próximo mes de octubre, también llegaron estas fechas en México y la oportunidad de presentar un espectáculo distinto, una mezcla de algunas canciones de su carrera y otras de los cuatro discos que marcaron los mejores años en la carrera de Pink Floyd: The Dark Side of the Moon, Wish You Were Here, Animals y por supuesto, The Wall.

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Que Roger Waters decida tocar una mezcla de canciones que aparecen en estos cuatro álbumes, no es una coincidencia, y es que es en ellos en donde encontramos a la mejor versión de Pink Floyd. Sí, probablemente sean los más conocidos (y los más vendidos), pero también son aquellos donde se podría decir que la banda alcanzó su madurez musical.

Todo comenzó con los preparativos para Dark Side Of The Moon, al inicio de la década de los 70, donde Waters tenía la idea de hacer un disco que volviera locos a los fans, pero también que las letras fueran más directas, porque sentían que hasta el momento no lo habían sido, así que se reunieron, ya sin Syd Barret, Roger, Gilmour, Mason y Richard Wright involucrándose en la composición y producción, dando como resultado un disco que aborda temas de conflicto, codicia, el paso del tiempo, la muerte y la locura, este último inspirado en parte por el deterioro mental de Barrett, y por supuesto la música con el estilo psicodélico que le dan sus característicos efectos en la guitarra, utilizando para esa época, la innovadora técnica de sampleos, como en “Money” por ejemplo, con la diferencia que ahora esta atmósfera era más envolvente que nunca.

Si en este disco ya habían abordado la dolorosa partida de Barrett por sus problemas mentales, la banda seguía sintiéndose afectada por ello y decidió comenzar a hacer música inspirada no en el músico y su gran talento, sino en su amigo, aquel que fundó el grupo y que en su momento abandonaron. Así nación Wish You Were Here, que además de esto, incluía otros temas como una crítica a la industria de la música y la enajenación, pero si Dark Side Of the Moon era bueno, éste disco no se queda atrás, y continuaron con el uso de efectos en el estudio y sintetizadores, quedando tan satisfechos que el propio David Gilmour y Richard Wright lo catalogan como su disco favorito de Pink Floyd, y para muchos críticos y fans, es su obra maestra.

El famoso cerdo volador de la banda y que ahora acompaña a Waters en cada uno de sus conciertos, nació a partir de Animals, aquel álbum de 1977 cuya temática está inspirada en el libro Rebelión en la granja de George Orwell, donde el gobierno, los medios y la sociedad están representados con un animal, por lo que el grupo comienza a envolverse más en temas políticos y críticos con el sistema, como si fuera la antesala de lo que posteriormente veríamos en The Wall, cuyo legado sigue tan vivo en nuestros días que no sabemos si alegrarnos, o llorar.

Después, la tensión entre Gilmour y Waters crecería al punto de que éste último dejara la banda, lanzando un último disco juntos, aunque ya sin la magia de los cuatro anteriores, y Pink Floyd ya no volvió a ser el mismo, dejando esa época de 1973 a 1979, como la época dorada del grupo, sus mejores años que Waters volverá a invocar durante tres noches en la Ciudad de México. Seis conciertos son los que dará de aquí a que termine el año, y la mitad son en México, así que eso debe de significarse algo.

Por: Abraham Huitrón / @abrahamhuitronv

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