Este 7 de octubre la colombiana (ya más mexicana) Elsa Carvajal, conocida por todos como Elsa y Elmar, pisará por primera ocasión el Lunario del Auditorio Nacional para presentar el que será su segundo LP y tercer material en su carrera.
El éxito de Elsa ha sido casi inmediato, pero para poder llegar a este momento, una mudanza, otras culturas y cuatro duros años de trabajo, fueron necesarios para comenzar a construir una carrera que recién va despegando.
Y aunque pudo quedarse en Bucaramanga, Colombia, Elsa decidió dejar su país e irse a estudiar a Boston, en donde conoció a Santi, de la agrupación mexicana Little Jesus y con quien colaboró más tarde en “Norte”.
Tiempo después y con la idea de que su música fuera escuchada, Elsa llegó a México, un país bastante similar a Colombia (más allá de que a ambos los vean como nidos de drogas), tanto por sus ritmos como por su calidez, pero que al mismo tiempo encuentran una línea divisoria que a la intérprete de “Culpa, Tengo” le han parecido interesantes, sobretodo en el aspecto gastronómico.
“Antes de venir a México pensaba que los tacos eran duros. […] He aprendido palabras como chido, pero casi no la uso. ¿No es como de señora? (risas) También aprendí el ‘no mames’, ¡me encanta usar ‘no mames’!”, comentó en entrevista para Sopitas.com.
Aunque eso sí, también hubo un choque cultural cuando descubrió que a los mexas no hay cosa que nos venga mejor para cada comida que unas buenas tortillitas calientes.
“Aquí todo es con tortilla y allá (en Colombia) tenemos más variedad como yuca, papa, arroz o plátano para acompañar las comidas. Acá me pegó duro como ‘¿La carne con tortilla? What?!’, pero Colombia y México se parecen por su gente cálida”.
Como cualquier persona que pertenezca al planeta Tierra, Elsa también tiene sueños y metas a las cuales pretende llegar y nos contó que espera alguna vez poder dejar de montar y desmontar sus instrumentos.
“Mi sueño es tener mi propia sala de ensayo, para que pueda tener mis instrumentos montados y no tenga que montar y desmontar cada vez, por eso no estoy cerca de mi sueño (risas). ¡Pero lo estoy cumpliendo! Vivo muy agradecida. A veces uno piensa que el sueño es la meta y el sueño es como el camino, pero ya estoy en mi sueño porque estoy haciendo conciertos, porque estoy haciendo canciones, porque las estoy grabando”.
Si bien para nadie es fácil desprenderse de su familia, amigos y los lugares, Elsa reconoce que de no haber partido de casa, seguramente nada de lo que está sucediéndole sería lo mismo.
“Sí extraño, pero hubiera sido más difícil si me hubiera quedado porque no estaría aquí, y estoy feliz aquí”.
Sentirnos Bien, su primer EP lanzado en 2013, fue una muestra del talento de Elsa pero que todavía mostraba un estilo disperso en diferentes corrientes. Dos años más tarde, con la salida de Rey, su primer LP, la cantante encontró un sonido que encajaba a la perfección con su personalidad dulce y al mismo tiempo ruda. Sin embargo, para el nuevo material que la espera, Elsa asegura que habrá más libertad, más diversión y menos miedo que antes.
Elsa, a quien le gustaría trabajar en algún momento con Cultura Profética, Juan Luis Guerra, Jorge Drexler y hasta Shakira, llegará por primera vez al Lunario, un recinto que había esperado pisar desde hace bastante tiempo.
“Es muy fuerte. Estoy muy agradecida y estoy decidida a gozarlo. Lo que fue ya fue pero ahora estamos haciendo lo máximo porque este sea un gran show. Creo que llegó en buen momento porque ya llevo 4 años y está cool ganártelo”.
Checa la increíble sesión de Elsa y Elmar en Sopitas y no olvides que su show se llevará a cabo este 7 de octubre en el Lunario del Auditorio Nacional.
