Kanye Omari West ya no se pertenece, como afirma en “Closed On Sundays”, su vida no es suya sino de Jesús. El rapero de Atlanta, que creció en Chicago, es un ícono pop, tema recurrente tras múltiples episodios de locura/genialidad, y una figura que se ha construido en gran parte, por lo que los demás dicen sobre él. Ahora, tras nacer de nuevo, gira en torno al mesías de la religión con más adeptos del mundo.

El desertor de educación superior impresionó desde su debut en dos mil cuatro. Lo siguiente ha sido una carrera única dentro del hip hop contemporáneo, con veintiún Grammys en su poder, colaborando con Daft Punk, protegido de Jay Z y mentor de talentos como Chance The Rapper. Tras dedicarse al proyecto resultante de su bromance con Kid Cudi, Kids See Ghosts, y a producir a Nas, PUSHA-T y Teyana Taylor (ahí nomás), era momento de aislarse y lanzar un proyecto solista de nuevo.

En su noveno trabajo de estudio, sin contar discos colaborativos, Kanye se refugia en la religión y particularmente, entabla un diálogo hacia el mesías de la religión con mayor número de adeptos en el mundo. Desde su Sunday Service de Coachella, habíamos tenido muestras del momento actual de West:

Antes de entrarle a un disco con tanta carga espiritual, no podemos olvidar que Kanye ha también tocado el extremo contrario en varias ocasiones, de pena ajena, como en “I Love It”, en donde tira duro sobre sexualidad y mujeres, no siendo precisamente respetuoso (por mencionar una canción de bastantes).

¿Es esta la misma persona que predica la palabra de Dios?

Contrastando con la carga lírica de alabanzas en el disco, tenemos canciones que no son tan musicalmente alegres, sino serias. Abre Kanye en “Selah” (término religioso usado para los pasajes musicales en la Biblia), en medio de órganos de iglesia y percusiones abrumadoras, en un tono muy serio y citando pasajes de la biblia. Este primer tema de West será una explosión en vivo, para comenzar lo que se avecina como una misa masiva.

Tenemos al Kanye de la vieja escuela, musicalmente al menos, en “Follow God”, con una producción vintage, siguiendo con las alabanzas divinas. “Closed On Sunday” es el tema más personal, en el que habla de la paternidad, instruir a sus hijas en la fé y en, evidentemente, seguir a Jesús. Contrasta con los sintetizadores y coros siniestros, colaborando al tono místico de las once canciones.

Los matices de góspel no son para nada sutiles, sino un motivo permanente en todo el álbum, como lo podemos notar en “Everything We Need”, que no se salva de estar envuelta en coros de iglesia y la fé a ciegas de la que ahora se precia Kanye.

Desde que lanzó ‘ye’, no sabíamos qué seguiría para un Kanye claramente violento y misógino, que no soltaba los temas sexuales (poesía en “tengamos un trío con un porro”) y abría con pensamientos sobre matar a alguien. Es irreconocible esa imagen con temas de devoción hacia las virtudes religiosas. Kanye enterró a Kanye y resurgió como profeta.

“Water” parte con más mensajes de esperanza y una producción más avant-garde, sin apoyarse tanto en coros, sino en progresiones de bajos sintéticos, se siente como un respiro a la mitad del disco.

En la colaboración más extraña del disco, aparece Kenny G en “Use This Gospel”, tema que repite poner nuestras vidas en la presencia de un ente más grande que nosotros. Ahora, también notamos que cada canción del disco tiene demasiadas contribuciones. En este tema, por ejemplo, los créditos son para DIECINUEVE personas, lo que también muestra que ya no estamos frente al Kanye que escribía, producía y ejecutaba todo en una canción.

A estas alturas, no imaginamos en vivo que Kanye descarte su catálogo ofensivo, enojado y desafiante, pero seguramente este álbum y el que anunció ayer, titulado Jesus Is Born, acapararán los setlists de su siguiente gira. En este disco Kanye dejó claro el camino que tomará el resto de su carrera.

En My Beautiful Twisted Dark Fantasy, Kanye se preguntaba si el hip-hop era un eufemismo para una nueva religión. Tal parece que se creyó demasiado sus palabras y ahora, tenemos a un pastor de iglesia. En Yeezus él afirma ser Dios, y ahora dejó esa pelea directa para pasar a la alabanza perpetua.

Todo lo que no sabías que necesitas saber lo encuentras en Sopitas.com

Entusiasta y nerd musical desde que tengo consciencia. Lector obsesivo y escritor. Ávido de escuchar y presenciar música en vivo. Músico novato a ratos. Egresado de Derecho y (casi) de Letras Inglesas...

Comentarios

Comenta con tu cuenta de Facebook