Cómo extraño los 90, fue una época mucho más inocente. A mediados de la década existió un evento llamado Ixtapleton. Un portmanteau de Ixtapa con el ron Appleton. La chaviza preparatoriana atascaba los hoteles echando fiesta en la playa todo el día. Había cubas gratis y el sonido lo ponía Music Systems con su animador Jordi Rosado. Por la noche la fiesta seguía en todos los antros. No había DJs, pero sí había música. Había narco, pero no había muertos. Otro año tocó La Lupita y Molotov en sus años mozos gratis en la playa. El evento desapareció, al parecer los padres de familia de la liga de la buena decencia lo prohibió.

Casi 20 años después Archipiélago y 8106 se unen para traer un concepto similar en el bello puerto de Acapulco. El año pasado me quedé con ganas de ir. La edición 2014 quedó recargada con un cartel mucho más ambicioso. No está sencillo para estos productores independientes competir con un gigante como OCESA. Al final de cuenta un festival lo que te vende es una experiencia, no es solo la música. Vive Latino y el Corona cuentan con muy buena música, pero la experiencia es a veces difícil. Trópico por otro lado por lo menos para mí fue una gran experiencia. Más que un festival, a Trópico lo definiría como un rave de hipsters. La chilangada más rifada tomó posesión de la zona de Acapulco Diamante para enfiestar a tope. Algunas casetas en la carretera estaban tomadas por encapuchados de Ayotzinapa que pedían $50 para dejarte pasar. A parte de eso no hubo mayor complicación o peligro para asistir.

Llegué como a las 4:00 de la tarde al festival caminando de donde me estaba quedando. Sinkane estaba en el escenario, el sol brillaba, las cervezas estaban frías y lleno de chavas guapas. Nada podía fallar. Erlend Øye en la playa en set acústico, un momento de calma antes de la tormenta. No me late nada su música. Muy aburrida. Nunca entenderé por qué es tan respetado. Pero sentado en la arena con el atardecer de fondo fue bastante llevable.

Cayó la noche con Disco Ruido. El escenario principal estaba cubierto por reguiletes de colores que giraban en patrones definidos por el viento. Que gran detalle. Muy bien Disco Ruido presentando su nuevo disco Radio Futura. Los veo mucho más maduros con Julián tocando los tambores, Nariño programando las secuencias, Peto controlando los visuales y Ale Moreno canta flotando en el escenario con una capa blanca. Termina Disco Ruido y corrí a quitarme el traje de baño, la empanizada de arena y las chanclas para regresar a Atomic Bomb!. Sólo en el Trópico.

Mis respetos a los organizadores por escoger Atomic Bomb! como el acto principal. No está sencillo encontrar un show de tanta calidad que pueda conectar con cualquier tipo de persona pero que no sea un acto consagrado. Fue un concierto de talla mundial. Como de DVD. David Byrne salió como hasta la tercera canción. Esa leyenda de la música popular no es el protagonista, es una parte del engranaje. El cantante de The Raputre también muy bien, su voz encabeza varias canciones. Armaron una gran fiesta estilo manos arriba como cuando bailas el popurrí de Brasil en una boda. Money Mark, el de los lentes de hot chip, el baterista de LCD Soundsystem, Sinkane, coristas, otros no famosos, el que canta en Kinky, contaron a los 43 desaparecidos, fuegos artificiales de fondo todo esto acompañado de música funk nigeriana. Nada mal, nada mal.

Terminando dices pues vamos al baño y qué buenos baños. Eran los del hotel Pierre Marqués hasta Kleenex había y siempre los encontré rechinando de limpios. Nada que ver con los Sanirents desbordándose en tu festival promedio. Mucha seguridad privada pero los policías muy amables.

A la barra por un whisky como si fuera de antro: bien servidos, fácil y rápido. El precio me pareció acorde al evento, costaba $75 pesos un JB. La zona de comida estaba a gusto, mesas largas para sentarte a descansar un ratito en lo que comenzaba la siguiente banda. No es el festival donde si te pierdes de tus amigos no los vuelves a encontrar nunca. Es más como una fiesta grande, donde vas y vienes encontrando gente, cotorreando, haciendo amigos ya que todos los asistentes son bastante amigables.

Llevaba 7 horas en el festival y eso apenas comenzaba. Vino WhoMadeWho que estuvo lo máximo. Un set para no parar de brincar con canciones de todos sus discos. Que bien lo hace este power trio de la modernidad. Luego, Hercules & Love Affair que era el acto que más me emocionaba ver. En el Corona llegué a una carpa Bizco club abarrotada por fuera logré escuchar algo. En Trópico podías caminar sin empujar absolutamente a nadie y tocar la barda en primera fila. Traían a dos cantantes una chava y un dude encima de las pistas que aventaba Andy Butler. Tocaron casi completo su nuevo disco el cual me parece una joya de la electrónica.

La misión estaba cumplida y la fiesta continuaba en la playa con Ilya Santana y DJ Harvey hasta el amanecer. Mucha gente no paraba de bailar ritmos más densos techno-trance. A mí sinceramente me pareció demasiado buena la música ya que no tenía idea quien eran esos dos. Me fui a dormir como 6:30am, ya era suficiente, no aguanté a llegar al mañaneo. Todavía de 7:00am a 11:00am faltaban los sets de los hijos pródigos del M.N. Roy Damián Romero y Rebolledo.

Conclusión: 1000% confirmado para Trópico 2015.

@hombregratis

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Fundé Sopitas como hobby y terminó siendo el trabajo de mis sueños. Emprendedor, amante de la música, los deportes, la comida y tecnología. También comparto rolas, noticias y chisma en programas...

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