Los Ángeles Azules son sin duda todo un fenómeno musical que resulta bastante interesante analizar por distintos ángulos. Después de su presentación en el Vive Latino del 2013, en donde se especulaba que serían bajados del escenario tras abucheos, convirtieron la noche en una verdadera gozadera de baile, logrando con rotundo éxito una presentación en donde la cumbia no se celó e invitó a celebridades del rock para fusionarse y mostrar una característica de nuestras cultura popular frente a miles y miles de espectadores. Quienes fueron no se hagan… bien que se sacaron de onda al verlos en el cartel pero ya en mero show todos se contagiaron y soltaron el cuerpo para bailar. 

Y es que pareciera que los mexicanos tenemos un chip integrado que al escuchar cumbia se nos prenden los músculos aunque no te guste, nos desinhibimos y de pronto ¡pum! ya estás bailando que con la novia (o), tía (o), prima (o) o abuelita (o) a pesar de que lleves puesto tus converse y tu playera de Radiohead. 

Y es que tras el rotundo éxito de la banda dentro del festival Vive Latino se dieron cuenta que la cumbia no podía cerrarse en su propio género, las múltiples colaboraciones que concretaron y hasta la experimentación que hicieron al fusionarse con la orquesta sinfónica -y de lo cual hasta derivó en el nuevo género cumbia sinfónica-, los llevó a una cumbre abismal de éxito, misma que hasta logró romper con las clases sociales. De un momento a otro la cumbia de Los Ángeles Azules no sólo sonaban en los XV años de su natal Iztapalapa, sino que logró llegar a escenarios altamente reconocidos como el mismo Auditorio Nacional, donde se podía respirar el olor del baile desde el sector más popular hasta el más elitista, guiados y unidos únicamente por el ritmo. 

El día de hoy, después de un rotundo éxito con el que lograron un Doble Diamante con su disco Cómo te voy a Olvidar –siendo el disco más vendido en México en los últimos 10 años-, la banda apuesta por una segunda ola de éxitos en el que no dejarán la linda costumbre de contar con inigualables invitados tras los timbales. 

Para ir calentando el cuerpo el día de hoy han lanzado su primer sencillo, se trata de la canción “La cumbia del Infinito”, canción original que publicaron en el álbum Entrega de Amor en 1994. Pero esta ocasión la agrupación de Iztapalapa logró una unión que la verdad no veíamos venir, se trata de Natalia Lafourcade, quien también anda luciendo su rotundo éxito con su último álbum Hasta La Raíz, y el dúo enérgico de guitarras acústicas de Rodrigo y Gabriela, sí… ¿lo hubieran imaginado?, pues Los Ángeles Azules así lo creyeron y aquí está la prueba. Pero antes de todo, nos gustaría compartir la corta pero amena conversación que tuvimos con Pepe Mejia, miembro de la Familia Mejía Avante, encargado de los timbales. 

¿A qué crees se debe el éxito de Los Ángeles Azules después de tantos años?

 

Bueno el mérito es de venir luchando desde abajo, tocamos desde la merced, en la central de abastos, en bodas, XV año, fiestas particulares… pero siempre con la ilusión de hacer más música, que quedara grabada para que después la gente pudiera bailarla cuando quisiera. Sacamos desde discos de vinyl, cassette y CD. Poco a poco los éxitos de Los Ángeles Azules comenzaron a surgir de esta misma manera, canciones como “Entrega de Amor”, “Cómo te voy a olvidar”, “El listón de tu pelo”, “Mi niña Mujer”, entramos a un mercado regional mexicano, pero de pronto se nubló el futuro porque los medios de comunicación nos cerraron las puertas, nos decían que la gente quería escuchar otra música, como la banda. Eso nos frustraba, ya no encabezábamos los carteles, sino que buscábamos cualquier tocada pues porque de esto vivimos, tengo que alimentar a mi familia. Nos acercamos a disqueras, estaciones de radio, y les pedíamos que nos “tocaran” pero siempre nos decían que nuestro género ya estaba muerto, que no había más para Los Ángeles Azules, pero era bastante gracioso porque aun así la gente nos seguía bailando, no entendíamos entonces por qué. Los medios de comunicación se fijan en lo que está de moda, de lo que la gente está hablando y dejan a un lado lo demás, para nosotros eso fue un problema. Fue así que una vez dimos con el cartel de un Vive Latino, cuando me explicaron que se trataba de un festival de gran magnitud y con artistas nacionales e internacionales, sabíamos que teníamos que intentarlo. Mandamos correos a los organizadores pero no respondieron, después hablé por teléfono y al final logramos una cita, cuando llegamos a las oficinas nos dijeron que le interesaba nuestro nombre y que por nuestra música se puede llegar a todas las clases sociales, con ellos presentamos el plan de tocar en el Vive con artistas invitados de otros géneros y así fue como revivieron Los Ángeles Azules. 

¿Cuál crees que es la importancia de la Cumbia en la cultura mexicana?

La cumbia, más allá de la instrumentación, es su particular raíz, hay algo muy extraño que cuando la gente lo escucha es atraída de inmediato por los ritmos. Se nos puede imponer muchas cosas, por ejemplo… los programas de televisión, pero la cumbia siempre aparece, de pronto alguien la pone y su patio se transforma en una pista de baile, es parte de nosotros, de nuestra cultura y nuestro día a día, la escuchamos aunque en todas partes de México.

¿Cuál creen que es su papel como músicos teniendo en cuenta que su música hizo una ruptura de clases sociales?

En primer lugar agradecemos a la gente, porque ellos nos cobijaron en el Vive Latino en lugar de abuchearnos, porque cobijaron nuestros siguientes discos y presentaciones de manera increíble. Pudimos incluir artistas de todos los géneros musicales, artistas con los que jamás creímos unirnos, y la gente lo recibió bien. De pronto vimos que en nuestro público asistían personas de todas las esferas económicas, todas las clases sociales, desde mamás con hijos en mano, como adolescentes en el Vive Latino. Tocamos desde eventos públicos hasta los más privados de gente con mucho dinero, no nos cerramos a nada, nosotros tocamos donde nos contraten… ¿por qué? porque la gente quiere bailar con nuestra música y a nosotros nos hace feliz hacerlo. 

Y realmente es un trabajo muy difícil, no es imposible. Si hay grupos que apenas comienzan o que vienen detrás ¡qué vengan!, no somos envidiosos, tenemos que ser compartidos y más con la música. Queremos que sus familias estén contentas, que vivan mejor; creo que esa es la esencia de Los Ángeles Azules, queremos que la gente sea feliz igual o más que nosotros mismo.

¿Cómo fue la experiencia de trabajar con Natalia Lafourcade y Rodrigo y Gabriela? 

Pues tenemos un equipo que nos ayuda a reunir, a partir de las tesituras y estilo, a los artistas que logran embonar. Rodrigo y Gabriela llenan auditorios, ¡están cañones!, los dos tocan de una manera increíble y ahora forman parte de una cumbia mucho más tropical, más guapachosa, para bailar. Esta canción es más para eso, no tanto para enamorarse -como nuestras demás canciones- simplemente es disfrutar bailando. Los Ángeles Azules ahora nos estamos enfocando en eso, en hacer música exclusivamente para bailar, ahora imagínate que entra Rodrigo y Gabriela y su peculiar sonido acústico, ¡imagínate! Y no hay que olvidar la increíble voz de Natalia, ¡ahhh!, yo me enamoré de su voz además de que es lindísima persona, canta impresionante, nació con el cantar. La experiencia ha sido grandiosa, seguir aportando más a la gente y deleitar con nuestras canciones e invitados, que actualmente puedo adelantar que son Gloria Trevi, Miguel Bose, Ha-Ash, Fito Páez.

Y ahora sí, sin más preámbulos disfruten de “La cumbia del Infinito”, el nuevo sencillo de Los Ángeles Azules que estamos seguros pondrá a bailar a muchos durante un buen, buen rato. ¡Cuuuuuuuuuumbia!

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