El regreso de Ozzy Osbourne después de casi diez años de silencio fue absolutamente todo y más de lo que sus fanáticos jamás pudieron esperar. Resurgiendo de las tinieblas, y no realmente de una forma figurativa ya que tuvo el peor año de su vida, la leyenda de Black Sabbath se armó un disco espectacular que de alguna manera y ante la noticia de su enfermedad de Parkinson, parece ser una especie de despedida. Una despedida que llega como el mejor disco como solista de su carrera.

En el mundo de la música los números no lo son todo, de hecho, a veces no significan nada. Pero hay veces que llegan para respaldar trabajos llenos de genialidad que merecen estar entre los mejores proyectos del momento o la historia. Este es exactamente el caso de Ordinary Man, el último disco de Ozzy. Debutando en el número 3 de las listas de popularidad de Billboard 200, y amarrando varios Top 10 en todo el mundo como en el Reino Unido, Suecia, Alemania, Australia, Italia e Irlanda, es como empezó la historia de su nuevo material.

Solamente en la primer semana en los Estados Unidos, Ordinary Man generó el equivalente a 77,000 unidades, de las cuales 65,000 de esas unidades fueron ventas directas del disco. Su increíble debut en el número 3 igualó a Black Rain del 2007 como el mejor de su carrera. Scream, el último disco de Osbourne del 2010 debutó en el número 4 del global de Billboard.

Estos números definitivamente llegan para respaldar mucho más que solo un icónico nombre. Las canciones que escuchamos son fieles a un estilo y a un nivel de grandeza que merecen estar ahí, entre los grandes. Sin importar que este disco se haya armando en muy poco tiempo, Ozzy, de la mano del productor Andrew Watt y sus amigos Duff McKagan de Guns N’ Roses y Chad Smith de los Red Hot Chili Peppers y Elton John, hizo un disco de un nivel musical y lírico sublime.

Foto por Martyn Goodacre/Getty Images

Como bien Ozzy lo ha dicho, Ordinary Man llegó para salvarle la vida. Llegó para que su mente y corazón sacaran cosas que lo han atormentado durante años. Y justo así es como se sienten sus canciones. Saliendo casi casi como sesiones de jam en el estudio, se sienten poderosas, divertidas y sentimentales.

Llegando como las mejores noticias y ante la ventana de tiempo que se abrió ante la cancelación de su gira por los Estados Unidos, Ozzy espera entrar al estudio una vez más próximamente. “Espero que el próximo mes vaya y haga otro álbum con Andrew. También podría hacerlo, mientras no estoy haciendo conciertos”, dijo Ozzy para iHeartRadio. Lo único que podemos esperar por lo visto en Ordinary Man, es otro disco que llegue con metal de primer nivel.

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