La mente creativa e incansable de Steven Wilson nos ha regalado episodios maravillosos en su discografía como solista y en bandas como No-Man y Blackfield, pero algunas de sus mejores creaciones se ubican en el legado de Porcupine Tree, un proyectazo del cual pensamos no volveríamos a escuchar algo nuevo. Eso cambió con un reciente anuncio de lanzamiento del disco titulado CLOSURE/CONTINUATION (C/C), seguido de una gira mundial que hace años pedían los seguidores de la banda.

Richard Barbieri y Gavin Harrison escribieron y grabaron junto a Wilson este disco por más de una década, lo que lo hace singular respecto de cómo es que se conciben y graban los discos actualmente. La agrupación mantiene vivas esas costumbres de no sacar un disco de manera exprés, pero para esta entrega lo llevó al extremo.

¡Porcupine Tree anuncia su primer disco en más de 10 años con la rola "Harridan"!
Foto: Facebook.

Este onceavo disco de estudio es sucesor del icónico disco de rock progresivo The Incident (2009), y vaya que las expectativas sobre C/C son altas, ya que la decena de discos de Porcupine Tree que le preceden no escatiman en absolutamente nada: producción, atención al detalle y hasta innovación en el diseño sonoro.

El disco obviamente es producido por la banda, unos estudiosos del sonido que inclusive lanzaron cápsulas explicando sobre los instrumentos que usaron y las ideas detrás del nuevo LP. En ellas, Wilson habla sobre la Fender Telecaster que usó para C/C, y cómo es la primera guitarra de la que se enamora, y hasta la salvaría en un incendio, junto a su colección de viniles y a su perro.

Distorsión e intensidad intactas

C/C marca no sólo el regreso de Porcupine Tree y el concepto principal del disco, sino un nuevo capítulo en cuanto a lo auditivo. Tras lo que el mismo Wilson denomina “los años de metal”, por haberse acercado más al género desde In Absentia (2002), este nuevo disco incorpora varios elementos de géneros distintos, pero mantiene más cercanía al rock progresivo y e incursiona triunfalmente en terrenos acústicos.

La abridora “Harridan” tiene distorsiones pesadas en un ritmo acelerado que se encuentra con progresiones en sintetizadores y muestra cómo conviven hasta con partes acústicas en solitario con la voz de Wilson. El tema cuestiona la existencia humana y da una impresión poética intensa, que no depende tanto de la melodía para lograr su objetivo.

Las rolas más distorsionadas y con riffs del disco, como “Rats Return”, con la denuncia social presente, o “Chimera’s Wreck” con los casi diez minutos de muestra precisa de entendimiento entre batería bajo y guitarra, y una composición compleja, dejan ver que los años pasan pero no se pierde la intensión de esta banda de ponernos a headbangear a su ritmo.

Esto en vivo será una explosión enérgica con la coordinación entre guitarras y batería en la mayoría de los riffs que presentan los ingleses en este onceavo disco.

El lado de calma también es impecable

Para buscar el balance, hay rolas con atmósferas más trabajadas y espaciadas, que tienen momentos brillantes sin recurrir a distorsiones como “Of The New Day”, “Dignity” y “Never Have”.

La construcción de canción y las armonías vocales que presentan en “Dignity” son un deleite, con detalles sutiles en sintetizadores y puentes que podrían durar mucho más y no nos cansarían. El relato de la letra nos cuenta una historia de maduración frente al mundo, a base de melodías memorables que repetimos una y otra vez.

“Love in the Past Tense” cierra el disco con algunos acordes acústicos acompañados de la voz de Wilson, en el tono nostálgico de la banda. Los espacios de este tipo de rolas en el disco dejan ver cómo funcionan sus integrantes en la coordinación entre ellos, siendo la batería Gavin Harrison el elemento que más luce con remates precisos entre sintetizadores.

El concepto del cierre y continuación cumplió de más

Desde 2009 no teníamos un lanzamiento nuevo de estudio de Porcupine Tree, y la hibernación de la banda de culto después del tour de The Incident culminó hoy de una forma inmejorable.

El título de C/C nos deja ver lo importante que es este disco para la banda, y da una pista sobre un futuro cercano. Después de las declaraciones de su frontman, Steven Wilson, pensamos que jamás volveríamos a escuchar de ellos, lo que hoy cambió.

La muestra de virtuosidad y la sensibilidad de la banda a los temas personales e inclusive sociales hacen de este disco una maravilla para escuchar completo, y solo podemos pensar en lo asombroso que será su presentación en vivo, junto a rolas que no han sonado en vivo en más de diez años.

Por si esto no fuera suficiente, tendremos chance de escuchar en vivo y a todo color este disco pues como recordarán, Porcupine Tree se presentará en el Pepsi Center WTC el 4 de octubre. Si tienen ganas de lanzarse a este showsazo, pueden comprar sus boletos para esta reunión impensable hasta hace poco POR ACÁ.

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Entusiasta y nerd musical desde que tengo consciencia. Lector obsesivo y escritor. Ávido de escuchar y presenciar música en vivo. Músico novato a ratos. Egresado de Derecho y (casi) de Letras Inglesas...

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