Reseña y Fotos: TRAVIS
Lunes, 8 de septiembre
Pepsi Center WTC
México, DF
EL CONCIERTO:
Travis regresó al Distrito Federal en la segunda escala de su visita por nuestro país. La banda escocesa está por cerrar su gira mundial de Where You Stand para así regresar al estudio y trabajar en su próximo álbum. De cualquier forma, esta noche nos tocó escuchar una buena mezcla de sus temas favoritos de antaño, una que otra sorpresa por ahí, y un poco de énfasis sobre el más reciente disco. De izquierda a derecha en el escenario: Dougie Payne en el bajo y vocales; Fran Healy en la guitarra y vocales; Neil Primrose en batería y percusiones; Andy Dunlop en la guitarra. También tuvieron a un tecladista apoyando en el fondo. Esto fue lo que tocaron:
SETLIST:
1. Mother
2. Selfish Jean
3. Pipe Dream
4. Moving
5. Love Will Come Through
6. Driftwood
7. Warning Sign
8. Re-Offender
9. Where You Stand
10. My Eyes
11. Reminder
12. Writing to Reach You
13. Side
14. Closer
15. Sing
16. Slideshow
17. Blue Flashng Light
18. Turn
ENCORE:
19. Happy
20. Flowers in the Window
21. All I Want to Do Is Rock
22. Why Does It Always Rain On Me?
INVITADO ESPECIAL
Technicolor Fabrics fue el invitado semi-sorpresa de la noche, una opción lógica para abrir el concierto de Travis. Su música de melodías amenas, guitarras que acompañan, y vocales sensibles encajaba bien con la vibra britrockera. En su media hora, la banda de Guadalajara tuvo tiempo de tocar seis temas, entre ellos “Nunca nada”, “Frequency” y “Todo”. Checa su Soundcloud.
OPINIÓN:
Ah Travis, we meet again. Los fans de esta banda que tuvieron oportunidad de verla en el Corona Capital del año pasado debieron de salir satisfechos tras escuchar un set que logró abarcar más facetas de su ya extensa trayectoria. De hecho, los músicos escoceses tocaron casi el doble de canciones, incluyendo algunas favoritas que nos quedaron a deber como “Re-Offender” (que ya marqué en rojo arriba), “Slideshow” y “Happy”. Y aquellos que sacrificaron a Travis en el CC13 por ver otra cosa -apostando a que la banda regresaría al año siguiente- pudieron dar un suspiro de alivio ya que su espera valió la pena. Cuando se trata de una banda tan consagrada como ésta, una pobre presentación hubiera sido la única sorpresa.
Travis es el tipo de acto que es fácil dar por sentado. Los años pasan, otras bandas van y vienen, pero Travis ahí sigue, grabando discos, saliendo de gira, conviviendo con fans… claro, todo mundo está en su derecho de pedir un receso -como los cinco años que transcurrieron entre Ode to J. Smith y Where You Stand– pero eso es comprensible. Un músico no es una máquina a la que le puedes echar un moneda para que empiece a tocar los hits. Pero bueno, hoy nos tocó ver a un grupo que todavía está gozando de este periodo de renovación y promoviendo un disco sorpresivamente bueno. “Sorpresivamente” porque a estas alturas, una banda con tantos años en la industria suele caer en piloto automático y termina sacando un disco genérico para satisfacer a sus viejos seguidores. También hay ejemplos del polo extremo, en la que una banda recurre a técnicas desesperadas con tal de apelar a los gustos de la nueva generación (vease: Coldplay).
Travis más bien se encuentra en territorio de Elbow y Manic Street Preachers. De alguna manera, por alguna convicción de disciplina británica, estos grupos siguen siendo relevantes muchos años después de sus años de “moda”. Aquí estuvieron de nuevo, esta vez en el Pepsi Center -Fran, Andy, Neil y Dougie- haciendo lo suyo con tanta energía como si tuvieran veintitantos años: Andy Dunlop parado sobre los amplificadores, Fran Healy corriendo y brincando de una lado del escenario a otro… y con esas barbas de ermitaño que ahora presume todavía se hacía ver más demente. El punto es que Travis siempre tiene un control sobre el espectáculo, el tipo de control que exhibe una banda profesional con varios años de experiencia, y si es que hay algo de agotamiento o fastidio de uno de sus integrantes, pues nunca lo demuestran.
El público siempre se mostró entusiasta, cantando las canciones y siguiendo las direcciones de Fran cuando les pedía que lo acompañaran con palmas o coros. No importa que canción fuera, las primeras notas siempre generaban ese tipo de reacción que ocurre cuando reconoces tu tema preferido y nunca hubo un momento de “esta no la conozco, me voy por una chela”. Es el tipo de público que toda banda desea ya que tal respuesta siempre alienta el desempeño del grupo sobre el escenario. Pero claro, para generar este tipo de reacciones, aquí y en el resto del mundo, una banda tiene que ganarse ese privilegio. ¿Cómo? Pues escribiendo buenas canciones. Como es evidente, Travis tiene más que suficientes en su repertorio.
DURACIÓN: 1 hora y 40 minutos
FOTOS: Diego Figueroa (@halofive)
RESEÑA: The Shy Who (@ShyTurista)
AUDICIONES PARA PAPÁ PITUFO: No se moleste, alguien ya lo tiene cubierto.