¡Ay, Belinda, los problemas que ocasionas! Desde que la actriz de Amigos X Siempre metió su cuchara en la política y decidió apoyar públicamente a Andrés Manuel López Obrador las opiniones en redes sociales le llovieron de todos lados: Que si es ciudadana y está en su derecho, o los manchados que decían que por ser actriz, su opinión no cuenta; que porqué no le dieron los mismos derechos públicos a Ludovico P. Luche y así, miles de veces.

Al final del día, además de ganar y perder unos cuantos seguidores, Belinda —sin enterarse y seguro sin intención— se encargó de meter cizaña entre dos de los moneros mexicanos más reconocidos. 

El pasado jueves, 24 de mayo, el monero Alarcón se aventó un cartón El Heraldo tirándole carrilla sana al votante imaginario que tendrá que cambiar su playlist y pasar de los himnos de Silvio a entonar en la fiesta El Sapito. 

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Foto: @alarcondibujos // El Heraldo

Acompañado de discos de Mercedes Sosa, la portada choteada de The Doors, el retrato de Marx y El Che, morralito de piel y huarache; el mexicano imaginario levantó corajes en Twitter; pero como es tradición en los cartones nacionales, los dibujos vienen sin explicación y ‘dénse en la torre ustedes solos’. Lo que sí nunca hubiéramos imaginado es que uno de los que saltara al quite fuera otro reconocido monero.

Helguera, monero de La Jornada, Proceso, El Chamuco y autodenominado “uno de los apóstoles de la biblia ilustrada de los chairos” le respondió a Alarcón lo que pensaba de su más reciente creación.

“Lo que es ver todo a través de estereotipos simplones” escribió Helguera en Twitter. Ante eso, Alarcón le pidió una explicación: “Querido Toño, te pido, por favor, que me definas ‘estereotipo simplón'”.

Unos cuantos tuitazos después y ya en la discusión con toda la banda, Helguera confesó cuál era su verdadero disgusto con el cartón. El monero de La Jornada dice que Alarcón prefirió “ridiculizar a los ciudadanos que quieren un cambio”.

Según Alarcón, su caricatura es “un molde gráfico entendible” que usó para transmitir un mensaje con poquitas palabras. Venga Helguera, ya “deberías saberlo”, decía el monero que antes colaboraba con El Financiero. Mientras tanto, Helguera insistía que estaba ridiculizando a ciudadanos “que querían cambiar las cosas“.

Después, Alarcón habló sobre el verdadero problema en cuestión:  ¿somos ridículos por escuchar el rolón del Sapito?

Helguera lo acusó de ‘aventarse un Meade’ y hacerse pato frente a las críticas.

Antes de que el pleito terminara en una batalla a pincelazos, brochazos y uno que otro lápiz volador —o aventándose tablets si los moneros en cuestión son muy siglo XXI—, Alarcón terminó por echarle flores a Helguera considerándolo un “monero de alto nivel” pero también se despidió con un filoso mensaje:

En la discusión se metieron otros ilustradores reconocidos como SirakoMagú, Mored y Jabaz para agarrar partido o expresar sus opiniones sobre el cartón y ni se diga los cientos de mensajes que echaban porras, se reían o le echaban leña al fuego. En fin, casi nos aventamos una Civil War de moneros nomás porque Belinda nos quería enseñar cómo debíamos bailar.

Foto de portada: @ahelguera // @alarcondibujos

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