Después del ruido que se hizo en medios y la presión para que la SRE interviniera, la familia afgana —que fue deportada por el INM— regresó a México el domingo 17 de octubre, ya con protección humanitaria y la neta, qué diferencia y alivio para esta pareja y las personas que las ayudaron en su travesía para conseguir refugio.
Aunque el INM explicó que decidió deportar a esta familia afgana —Zabbih y Nilo, con siete meses de embarazo— por “inconsistencias” durante la entrevista a su llegada al Aeropuerto Internacional de Ciudad de México, el Instituto para las Mujeres en la Migración (Imumi) dejó en claro los errores en los que cayó el Instituto Nacional de Migración, como no notificar a la Comar de este caso a pesar de ver todas las señales que había para brindar protección a esta pareja.
Afortunadamente, la presión ayudó a que la SRE se moviera en corto y consiguiera regresar a la pareja afgana a nuestro país, ya con protección humanitaria.
La familia afgana que deportó el INM… ¡ya regresó a México!
“Después de días de incertidumbre y presión, hoy (17 de octubre) llegó a México la familia afgana con necesidades de protección que el INM deportó a Turquía el jueves pasado (14 octubre). Este caso es un ejemplo de la constante violación a derechos humanos del INM”.
Es seguro que en estos días se toparon con el caso de esta pareja que huyó de Afganistán tras la llegada del Talibán al poder —como lo han hecho cientos de personas ante las políticas violatorias de derechos humanos que este grupo fundamentalista ejerció a finales de la década de los 90.
Con los antecedentes del Talibán y la esperanza de un mejor futuro, esta joven pareja vio a México como un lugar seguro para poder pedir refugio.
Así que viajó de Afganistán a Irán y luego Turquía para llegar a nuestro país como turistas y una vez aquí, solicitar refugio.
Sin embargo, esta familia se encontró con una situación súper compleja y difícil, pues el INM decidió deportarla a Estambul —sin consultar el caso con la Comar (Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados) o ayudar a que los jóvenes se comunicaran con la Comisión.
En Estambul los jóvenes corrían el riesgo de regresar a Afganistán y… ya sabemos cómo están las cosas por allá.
En medio de todo este proceso y a contrarreloj, Alberto Pradilla, periodista de Animal Político, y varios medios difundieron este caso hasta llegar a la SRE, que intervino y aceptó darles protección humanitaria.
Al final, el Instituto para las Mujeres en la Migración —figura súper importante que dio seguimiento de este caso— puso en la mesa las violaciones a derechos humanos en las que cayó el INM y la necesidad de revisar sus procedimientos.
La travesía de una familia afgana que buscaba refugio en México, pero fue deportada