Primero tuvimos el reportaje en el que se daba a conocer información sobre el departamento que ocupa la primera dama cuando va a Miami (para variar, propiedad de un empresario que podría hacer “bisnes” con el gobierno). Luego Presidencia, muy indignada, salió a desmentir lo publicado en The Guardian. Después, el autor del texto de la discordia lanzó una serie de tuits para aclarar la información. Y ahora, el diario británico es el que desdice a Presidencia… en resumen: es un relajo.
Luego que, mediante un comunicado firmado por su vocero, Eduardo Sánchez, la Presidencia de la República acusará al diario The Guardian de “faltar a la verdad”, la gente de Proceso tuvo a bien entrar en contacto con Katie Thompson, vocera de “Guardian News and Media”… pues para ver qué pensaban de que acá dicen que su información “es una especulación a todas luces dolosa”.
Pa’ pronto -y brevemente- la vocera del rotativo británico aseguró que siempre han estado al pendiente de lo que publican sobre México y… bueno, mejor acá sus sucintas, pero efectivas palabras:
“The Guardian tiene una profunda responsabilidad al reportear en México. Nos mantenemos al tanto de esta historia y jamás hemos pedido disculpas por ninguno de nuestros reportajes previos en México”.
Lo dicho por Thompson va con especial dedicatoria a uno de los puntos del comunicado de Presidencia, en el que se asegura que “en el pasado reciente, The Guardian ha publicado información sobre temas relacionados con nuestro país que ha sido desmentida. En algún caso, tuvo que ofrecer disculpas a sus lectores porque no pudo sostener la veracidad de lo publicado”.
Quizás el vocero de Presidencia se refería a los documentos publicado en 2012, los cuales servían para establecer una relación entre Televisa y Peña Nieto… sólo que The Guardian nunca se disculpó: simplemente, lanzó un comunicado para precisar lo informado. Quizás un poco en el tono que José Luis Montenegro, autor del reportaje, quien a través de su cuenta Twitter dio a conocer los documentos que le sirvieron para elaborar su trabajo periodístico, así como los audios de 3 llamadas realizadas.
Y a todo esto, ¿para cuándo la disculpa de EPN?