Andrés Manuel López Obrador advirtió que la Cámara de Diputados podría aprobar la reforma energética este 12 de diciembre por la noche.
El excandidato presidencial y exjefe de gobierno capitalino sospecha que los legisladores procedan como lo hicieron hace 15 años, cuando, aprovechando las transmisiones televisivas y los eventos con motivo de la celebración de la Virgen de Guadalupe, la noche del 12 de diciembre aprobaron el rescate de la banca y empresas a través del Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa), que heredó una deuda de un billón de pesos más otro billón de intereses. Afirmaciones parecidas fueron emitidas por el senador perredista Luis Sánchez hace tan sólo un par de días.
López Obrador se comunicó con el noticiero tabasqueño Telerreportaje para comunicar esta posibilidad y para convocar a sus paisanos a unirse a la concentración que el domingo 1 de diciembre se llevará acabo con la intención de protestar y advertir a la legislatura que “el petróleo no se vende.”
Según opina el tabasqueño, el establecer acuerdos para compartir utilidades con empresas extranjeras a cambio de tecnología para extraer petróleo de aguas profunda contiene una trampa. Al grupo más radical de la izquierda mexicana, que él encabeza, le parece claro que los acuerdos con petroleras extranjeras implica entregar un recurso que pertenece al pueblo.
Así mismo, afirma que, previendo las pérdidas económicas que la “entrega” del petróleo implicará, la administración aprobó con antelación la reforma fiscal, con la intención de que sea la ciudadanía la que sustituya estos recursos con el aumento de impuestos.
De ser esto verdad, la política económica de Peña Nieto resultaría aún más ingenua que la de Nicolás Maduro. El valor adquisitivo de la moneda nacional depende ampliamente de los recursos de Pemex, de suerte que una fuga de crudo al extranjero lo suficientemente considerable como para debilitar las uttidades petroleras contraería una inflación incontrolable. En consecuencia, no existirían impuestos suficientes que pudiesen suplir los recursos extraídos. En otras palabras: puesto que el petróleo respalda el dinero (al menos en parte); es imposible que el dinero respalde el valor del petróleo “perdido.”
Ahora bien, esto resulta sinceramente inverosímil y absurdo. Por otro lado, no obstante, la política mexicana nunca se ha caracterizado por ser la más sensata de todas y ciertamente, que tome decisiones de esta naturaleza parece al menos, posible. Parece, sin embargo, que el precio político de una inflación abrupta es tan alto y obvio que sería realmente descabellado que el acusado PRI no lo hubiese previsto.
En todo caso, López Obrador está realmente convencido de que esta ha sido la estrategia tomada:
“¿Por qué aumentaron los impuestos? Insisto, porque ya no se van a recibir estos fondos, se los van a llevar los extranjeros. Entonces es muy grave. Nos van a dejar sin nada. Es muy grave para nosotros y para nuevas generaciones. Es un despojo”, dijo.
¿Podría la administración de Peña Nieto cometer suicidio de manera tan abrupta, o acaso los conflictos entorno a la reforma energética exigen mejores y más detallados análisis?
Vía: Proceso