Lo que necesitas saber:
Mucha de la crítica no fue por el viaje en sí, sino por irse en plena crisis en Morena, luego de que se destapó que quien fue secretario de Seguridad de Adán Augusto (cuando fue gobernador de Tabasco) lideró un grupo criminal. Pero de eso no habla el hijo de AMLO...
A más de una semana de haber sido cachado en Japón de vacaciones mientras que su partido ardía por el asuntito de Adán Augusto, Andrés Manuel López Beltrán (más conocido como Andy López, aunque a él no le guste) desempacó sus maletas y dijo “ahora sí, a limpiar mi imagen”.
“Que la gente no dude de nuestros principios y valores”: Andy López
El hijo de AMLO y actual secretario general de Morena difundió en sus redes una carta en la que explica que, efectivamente, se fue de vacaciones a Japón… muy merecidas, después de “extenuantes jornadas de trabajo”, dice… pero que se fue de manera austera.
¿Cómo puede ser eso? Bueno, para empezar, con recursos propios. Luego, en vuelos comerciales… así de esos que hacen escalas y, finalmente, con hospedajes en hoteles ahí regulares: de 7,500 la noche (con desayuno incluido).
Lo que no explicó López Beltrán es cuánto gastó en la tienda Prada en la que fue visto mientras estuvo en Tokio… lo que sí dice es que tanto alboroto fue obra de los “conservadores”, “mis adversarios”… “la mafia del poder”… quienes mandaron espías para que, luego, el “hampa del periodismo” lo echara de cabeza.
“Desde niño aprendí que el poder es humildad”
Andy López adereza su carta con frases como “no mentir, no robar y no traicionar al pueblo”, “no somos iguales”, “vivir en la justa medida”… Así es, no le aprendió a AMLO lo de no hacer viajes de placer (más que pueblos mágicos para echar la garnacha), pero sí repite el mismo discurso… aunque sin el mismo impacto, la verdad.
“Desde niño aprendí, posiblemente antes que otros, que el poder es humildad”, dice el secretario de Morena, usando las palabras con las que la presidenta Claudia Sheinbaum lo regañó a él, a Monreal y a varios otros de la 4T quienes, pese a que estaban viendo cómo estaba el asunto de Adán Augusto, optaron por irse de vacaciones al extranjero en lugar de quedarse a tratar calmar las aguas.
