Desde la semana pasada se ha reportado un desabasto de gasolina en varias entidades del país. De acuerdo con las autoridades, la escasez del combustible se debe a inclemencias meteorológicas, las compras de pánico que surgieron a raíz del desabasto y a varias tomas clandestinas, aunque algunas otras voces responsabilizan a los empresarios gasolineros de especular con el precio de su producto ante la entrada en vigor del gasolinazo.
La medida tan poco popular, aprobada el 29 de septiembre de 2015 por todos los partidos políticos a excepción de Morena, de acuerdo con el diputado morenista Vidal Llerenas, tiene la finalidad de compensar los menores ingresos por parte del petróleo y la pobre recaudación que ha generado la Reforma Hacendaria (¡al fin una explicación proveniente de la clase política!).
PEEEEEEROOOOOOO, de acuerdo con Miguel Llovera, socio para la industria de energía y recursos naturales de la consultora Deloitte, el aumento de precios en la gasolina traerá consigo más tomas clandestinas.
Según el experto, el gasolinazo incentivará el mercado clandestino de combustibles toda vez que los usuarios se verán obligados a buscar alternativas y, una de ellas, podría ser el mercado ilegal. Llovera aseguró que la ordeña de gasolina continuará, y con más ganancias durante 2017, debido a la falta de infraestructura para llevar gasolina de manera eficiente a todos los lugares de México.
¿Por qué no se puede evitar la ordeña de gasolina?
Los expertos consultados por el periódico Reforma concuerdan y sostienen que la existencia de las tomas clandestinas obedece a que no se aplica la ley en esos casos, aun cuando Pemex cuenta con la tecnología para detectar cuando ocurre el robo de combustible. “¿Dónde está Pemex o el Ejército, si las policías locales son incapaces de lidiar (con la ordeña)?”, se cuestiona Eduardo López, director ejecutivo de la consultora EY México ante los robos de combustible a la vista de todos, con el riesgo de que ocurran explosiones. De acuerdo con la revista Forbes, la escasez de gasolina en varios estados se debe a la delincuencia en los ductos de Ciudad Juárez-Chihuahua, Palacio-Chihuahua, Cadereyta-Gómez y Salamanca-Guadalajara.