Después de los asaltos a automovilistas que se reportaron hace unos días en la Ciudad de México y del tan criticado “efecto cucaracha” con el que Miguel Ángel Mancera quiso justificar la inseguridad que viven los automovilistas, las autoridades capitalinas ya se pusieron las pilas y comenzaron a entregar resultados.
Durante este último mes, la secretaría de Seguridad Pública de de la Ciudad de México (SSP) logró la detención de cinco delincuentes que se dedicaban a asaltar a automovilistas en avenidas como Periférico y Circuito Interior; una de estas detenciones fue presentada con bombo y platillo a través de un video que muestra la buena corretiza que le pegaron a dos asaltantes.
Uno de estos asaltantes es Juan López, quien de acuerdo con El Universal ya había estado en prisión seis veces; entre 2006 y 2012 ya había pasado por todas las cárceles de CDMX.
Los otros asaltantes no se quedan atrás.
Todos los detenidos por la SSP ya habían pisado la cárcel por lo menos tres veces y, a pesar de haber cumplido su condena –mínima, por cierto–, regresan a las calles para continuar con esa forma de vida.
El nuevo sistema penal es muy condescendiente con este tipo de delitos, ya que los “asaltantes menores” tienen la opción de no ir a prisión si llegan a un acuerdo con la víctima.
El abogado especialista en el sistema penal acusatorio, Jesús Gurrola, explicó al diario que esta nueva aplicación del código penal sale más caro para los ciudadanos, ya que todos los delincuentes menores pueden regresar con facilidad a las calles sin una verdadera readaptación a la sociedad y en casi todos se observa el patrón de reincidencia.