Imaginemos la escena, un tren lleno de gente, encontramos una bolsa que no es de nadie, la abrimos y boom, de repente tenemos poco más de 62 mil euros, pero como somos unas personas llenas de honradez, salimos del metro y las regresamos a la policia.
Esto ya no sucede muy a menudo, ni en México ni en otro lugar, pero uno de esos veinte mil casos se dio en Noruega, cuando dos jóvenes hicieron ese hallazgo, que abrían podido gastar a sus anchas, pero no lo hicieron y eso que era un transporte público que iba de de Oslo y una pequeña ciudad en el sureste del país.
Cuando abrí el bolso, la primero que vi fueron fajos y fajos de billetes y lo primero que pensé fue en llamar a la policia, dijo a la prensa local, un chavo que apenas tenía 16 años, que pudo haberse aventado unos, mínimo, cien juegos en las maquinitas.
Después de revisar en el saco con fajos y fajos de lana, se dieron cuenta que eso era de un hombre de 70 años, gracias al pasaporte que venía adentro, que se buscaría al señor para regresarle su dinero y que según los oficiales, aún no se sabía si iban a gratificar a los buenos samaritanos.
Ya queremos ver una bolsa de esas en el metro Hidalgo a las 6 de la tarde, seguro duraría sola unos… ¿30 segundos o es mucho?
¿Ustedes qué harían?