Como vio que en otras partes del mundo sí funciona (cof, Estado de México, cof), el artista urbano y amo del misterio, Banksy, decidió influir en el electorado… no dando a conocer las propuestas de la corriente política de su preferencia, sino seduciendo a los votantes con regalitos.
¿Una gorrita, una plumita… una despensa o una tarjetita rosa? Nada de eso, con Banksy hay algo de buen gusto, así que ofreció regalar una impresión –edición limitada– de una de sus obras. Sólo a cambio de que fueran el jueves a las urnas y le dieran en la máuser a los conservadores. Desgraciadamente la oferta no cubría municipios del Edomex… sólo los distritos electorales en Bristol, Somerset, Thornbury, Yate, Kingswood, Filton y Bradley Stoke.
Siguiendo mañas harto conocidas por quienes cambian su voto por frijol con gorgojo, el graffitero pidió que sólo le hicieran llegar una foto en la que muestren que su voto va en contra de los Tories. Con prueba en mano, el regalo se les enviará por correo.
“Esta impresión es una pieza de recuerdo de material de la campaña, no está en modo alguno para influir en las elecciones del electorado, no tiene valor monetario, es para fines de diversión y no es estrictamente para la reventa. Términos y condiciones a seguir, gastos de envío no incluidos”, es la nota que reza en la parte inferior del póster “Girl with ballon”, con la cual Banksy se deslindaba de cualquier acusación de soborno del electorado.
Pero…
Claro, en el caso intervino oportunamente la Fepade, digo, la policía británica y se le puso un estate quieto a la muy efectiva promoción: “Hemos recibido una serie de quejas sobre una oferta de una impresión gratuita de Banksy, a las personas que viven en seis circunscripciones de Bristol, a cambio de que voten de cierta manera en las próximas elecciones. Podemos confirmar que estamos investigando la oferta”, señaló un vocero de la policía de Somerset. “Bajo la Ley de Representación de la Gente de 1983, es un delito que cualquier votante acepte o esté de acuerdo en aceptar un regalo o similar a cambio de votar o abstenerse de votar. Cualquier persona que participe en una oferta para recibir un regalo corre el riesgo de ser procesada “, advirtió.
Para no jugarle al vivo, Banksy desistió de su jugosa oferta, señalando que ya lo regañaron… tons, ya no: que la gente vote por quien le venga en gana.
Información: The Guardian