La Unión Europea aún no ha podido resolver la crisis migratoria que llegó a su punto más rudo entre 2015 y 2016. Y ahora se abre un nuevo capítulo de más regaños de la ONU, la buena voluntad que no llega y el problemón que se armó entre Bielorrusia, Polonia y también Lituania mientras que las personas migrantes se juegan la vida en sus fronteras.
¿Bielorrusia, Polonia y Lituania? ¿Por qué nos debe importar eso que sucede tan lejos de México? La neta es que para la última pregunta hay una respuesta que no podemos negar: porque está pasando más o menos lo mismo en las fronteras de Estados Unidos, México y Centroamérica, nomás que sin la carga de la grilla política.
Para las otras dos preguntas, por acá revisamos de volada en cinco puntos lo más importante de esta crisis migratoria.
Migración en Europa
Desde África, pasando por Medio Oriente y Asia, miles de personas han intentado llegar a la Unión Europea huyendo de guerras, la pobreza extrema y buscando una oportunidad para vivir.
Como sucede acá en la frontera del gabacho y México, para llegar a su objetivo, la gente pone en riesgo su vida en la misma travesía.
Por lo regular, las entradas clave a Europa son Grecia, los Balcanes, Italia y España. Una buena parte del Mediterráneo. Sin embargo, a partir de mayo de este 2021 las cosas medio cambiaron porque se abrió una nueva ruta por Bielorrusia hasta llegar a Polonia o Lituania.
La sombra de Bielorrusia y Putin
Mateusz Morawiecki, primer ministro de Polonia, ha acusado a Aleksandr Lukashenko, el preciso de Bielorrusia, de ayudar e incentivar a los y las migrantes para que se muevan a esta frontera.
Pero eso no es todo. Morawieck —conocido por su agenda antiLGBT+— igual acusó a Vladimir Putin de mover todas las piezas para que Polonia llegara a una crisis de tal magnitud.
¿La razón? Supuestamente Aleksandr Lukashenko está respondiendo a las sanciones impuestas por la Unión Europea por asuntos de derechos humanos.
El régimen de Lukashenko —quien lleva más de 20 añotes en el poder y en 2020 ganó las elecciones para echarse más tiempo— ha sido cuestionado por reprimir manifestaciones, acosar a blogueros, periodistas y activistas opositores.
Así que por debajo de la mesa, según Polonia, Bielorrusia está dejando pasar a los y las migrantes cuyo paso ha ido en aumento desde junio de 2021 y ha llegado a su máximo en este otoño.
La respuesta de Polonia
Una de las cosas más preocupantes ha sido la respuesta de Polonia, Lituania y casi casi toda la Unión Europea, porque para contener el paso migrante, el gobierno polaco decidió mandar al Ejército a la frontera —un poco lo que pasa en México con la Guardia Nacional o Estados Unidos con la policía fronteriza.
En agosto, Polonia mandó a construir una valla —de 2.5 metros de alto y 180 kilómetros de largo— en toda su frontera con Bielorrusia.
También mandó a 12 mil soldados a esta zona y, por su parte, Lituania declaró Estado de Emergencia ante la entrada de casi cuatro mil migrantes en lo que va de este 2021.
La Unión Europea los respalda
Antes de cualquier cosa, la presidenta de la Comisión Europea Ursula von der Leyen dijo que el bloque sí podría apoyar con dinero a Polonia y Lituania —de paso Letonia también— para poner vallas en sus fronteras.
Y aquí aparecieron otros países como Dinamarca —¿Dinamarca?— Estonia, Grecia, Hungría, República Checa, Chipre y Austria pidiendo recursos para “proteger” las fronteras con un muro, vallas o lo que sea, pero que sea una barrera física porque, dicen, es una medida legítima.
Los migrantes la pagan
De acuerdo con la Deutsche Welle, en octubre de este 2021 se registraron más de 11 mil intentos de migrantes por entrar desde Bielorrusia a Polonia.
Y conforme pasa el tiempo, la situación se pone más difícil por allá, entre las vallas instaladas por Polonia y el acarreo de gente que hace Bielorrusia, la zona se ha convertido en un cuello de botella, donde están varadas cientos de personas, entre ellas niñas y niños.
Para la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, se trata de una situación desesperada porque Europa ya está en temporada de heladas y sin alimentos, refugio y guías, los y las migrantes están a la deriva en las fronteras.
Así que el mensaje fue claro: que Bielorrusia y Polonia dejen entrar la ayuda humanitaria, activistas y especialistas para que ayuden en este nuevo capítulo de la crisis migratoria en Europa.
**Con información de la ONU, DW y BBC.