Lo que necesitas saber:
Los riesgos van desde hackeos al sistema de videovigilancia de las autoridades hasta el mal uso como la vulneración de los derechos de los chilangos.
¿Sabían que CDMX es la ciudad más vigilada de toda América? O, bueno, al menos eso dice el mismo gobierno chilango con sus más de 113 mil videocámaras, cuyo objetivo es garantizar la seguridad, aunque, ¿de verdad tener más cámaras en las calles hace más segura a Ciudad de México?
La respuesta es: no. Y está relacionada con los riesgos que implica un sistema de videovigilancia masiva ante hackeos, la rendición de transparencia en su operación y, a su vez, la vulneración de los derechos de chilangas y chilangos.
CDMX la ciudad con más cámaras de vigilancia
El 19 de agosto de 2025, la jefa de Gobierno de CDMX anunció el programa ‘Ojos de la Ciudad’ que no es otra cosa que la instalación de más cámaras de seguridad en las calles chilangas.
Según sus planes, en poco tiempo CDMX tendrá 113 mil 814 videocámaras, con todo y las nuevas cámaras especiales con mirada 360 grados y las fijas que están en los postes o los tótems públicos, así les dicen.
Con este plan, CDMX duplicaría el número de cámaras que hay en la ciudad de Nueva York o triplicaría las de Chicago y Río de Janeiro —por cierto, para eso el gasto en 2025 ha sido de 345 millones 681 mil pesos.
La jefa de Gobierno de CDMX Clara Brugada aseguró que esto de las cámaras de videovigilancia se traduce en más prevención, seguridad y confianza. Pero, ¿qué tanto está en lo cierto?
5 riesgos de que CDMX sea la ciudad con más cámaras de vigilancia
La sombra de los hackers
El sistema de videovigilancia masiva de CDMX también tiene su talón de Aquiles: los intentos de hackeo y la vulneración de sus redes.
En el verano de 2025, el Departamento de Justicia de Estados Unidos reveló —mediante una auditoría sobre los vacíos del uso de cámaras de vigilancia en todo el mundo y el intercambio de datos— que un hacker contratado por el cártel de Sinaloa logró acceder al sistema de videovigilancia de CDMX.
¿El objetivo del hacker? Supuestamente era rastrear y monitorear las actividades de un informante agregado adjunto del FBI en la Embajada de Estados Unidos en México para después asesinarlo en 2018.
Si bien el informe del Departamento de Justicia de Estados Unidos no detalló si se trataba del sistema público de videovigilancia de CDMX —que en este caso sería el C5—, la información causó ruido.
Tanto que el C5 (Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano de CDMX) tuvo que explicar que todo había sucedido en el sexenio de EPN y durante el gobierno de Miguel Ángel Mancera en Ciudad de México.
Además de insistir que el informe no precisaba si se trataba de cámaras públicas o privadas y que, en todo caso, con el gobierno de Claudia Sheinbaum se había fortalecido este sistema de videovigilancia.
Luego, a inicios de octubre de 2025, la página web del C5 fue hackeada, aunque el gobierno de CDMX aseguró que este ataque supuestamente no había comprometido ni la operación ni información del sistema.
Lo cierto es que se trata de un riesgo que está latente y hasta señalado por la R3D (Red en Defensa de los Derechos Digitales) como un factor de riesgo ante la intromisión de grupos delictivos o la filtración de datos personales sensibles.
Extorsiones
México no tiene buena fama cuando hablamos de corrupción por los antecedentes de las autoridades en distintos niveles de gobierno.
Y este es otro posible riesgo: que la información contenida en el sistema de videocámaras de vigilancia chilanga sea utilizada para extorsiones hasta por parte de las mismas autoridades, alertó la R3D.
Vulneración de los derechos de la ciudadanía
Chance hay quienes digan que se trata de una cuestión conspiranoica, pero todo lo contrario.
Sobre todo porque existen posibilidades de que suceda —como en Estados Unidos, donde el gobierno está usando los sistemas de videovigilancia para detener a personas migrantes.
La R3D ha explicado que el aumento de la videovigilancia, a su vez, incrementa los riesgos a la vulneración de los derechos de la ciudadanía. ¿La razón?
Porque facilita la identificación de información sensible como: los lugares que los chilangos frecuentan, sus actividades diarias y hasta con quiénes se reúnen.
Si bien esta información suele ser utilizada para casos de desaparición; lo cierto es que los riesgos de su uso para otros fines queda abierto —o, ¿existe una garantía que indique lo contrario?
Las cámaras, por si solas, no garantizan la seguridad
Con respecto a este punto, sólo basta echarle un ojo a los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) en cuanto al delito de secuestro en CDMX.
En 2017, CDMX registró 50 casos. Un año después los casos aumentaron a 295 y en 2019 disminuyeron a 195.
El resto de los años hasta llegar a 2024 fue como una montaña rusa, subiendo y bajando, aunque sin superar los más de 60 casos.
En 2024 se registraron 28 casos de secuestro y hasta agosto de 2025, 43 —superando todo 2024.
Va otro dato: entre octubre de 2019 y octubre de 2020 Iztapalapa fue el municipio o alcaldía con más secuestros en México, a pesar de sus 2 mil 293 cámaras de seguridad.
La falta de controles en su operación
Otro punto señalado por la R3D es la falta de controles, de certidumbre legal y la opacidad en torno a la operación del sistema de videovigilancia que de no definirse de una manera clara y específica, la información recuperada por el sistema de cámaras puede ser explotada de muchas formas.
Y con este punto cerramos el conteo, aunque aprovechamos para contarles un poco más del trabajo en el C5.
¿Qué es el C5?
El C5 es un sistema de videovigilancia que atiende los reportes de la ciudadanía y coordina la respuesta a asuntos de emergencia y seguridad en CDMX.
Y es el resultado de la creación (en 2009) del Centro de Atención a Emergencias y Protección Ciudadana que poco después comenzó a operar el sistema de cámaras de videovigilancia.
Ya en 2015 se integra como tal como el Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano que se encarga las 24 horas del día, los 365 días del año del:
- Videomonitoreo de la CDMX.
- El servicio de atención de llamadas de emergencias 911 de CDMX.
- Las denuncias anónimas que llegan al 089.
El sistema de videovigilancia de CDMX también está integrado por el C2 (Centros de Comando y Control) que se encargan del monitoreo de las cámaras en las zonas Centro, Norte, Sur, Poniente, Oriente, Central de Abasto y el Centro Histórico de CDMX.
Y, bueno, al sistema de videovigilancia hay que sumar las videocámaras del Metro de CDMX o del mismo Metrobús.
