La situación en México —o para todo caso, en el mundo— no está sencilla y prácticamente cada semana nos encontramos un nuevo dato que te hace decir: “no m@3$%6 con la inflación”. Esta vez las cifras oficiales en nuestro país nos cuentan una historia bastante canija, en una de los aspectos más importantes.
En el transcurso de un año, la Canasta Básica ha subido más del 14%.
De acuerdo con el CONEVAL, en septiembre de 2022 la canasta alimentaria —que es también la línea con la que medimos la pobreza extrema en México, por cierto— cuesta 2 mil 114 pesos en los contextos urbanos.
Esa misma canasta alimentaria costaba 1 mil 847 pesos en septiembre de 2021. Ha subido 267 pesos en un año, que, aunque suena poco, significa que subió poco más del 14% en los últimos doce meses. Está bastante complicado, ¿no?
Y por supuesto, vale la pena notar que cuando hablamos de la canasta alimentaria hablamos de los productos mínimos, más básicos, que los mexicanos necesitamos. De acuerdo con la construcción oficial de esta canasta, por ejemplo, no hay ningún gusto extra, ni tampoco productos ni remotamente caros.
De hecho, según el CONEVAL, esta canasta es tan básica que utiliza los consumos mínimos de calorías de una persona promedio.
Con eso en mente, la situación con la inflación de la canasta básica se pone todavía más complicada. Ese 14% de aumento en apenas un año se nota en compras tan pequeñas que, por ejemplo, dicen que un cartón de leche —de los de un litro— debe durar al menos 5 días. O cuando compras menos de un huevo al día.
En estos momentos, la inflación se encuentra en un 8.7%; es muchísimo, pero si nos fijamos a detalle: los precios de la comida y la comida para las personas en situación de pobreza es donde la cosa está todavía más complicada.