Lo que necesitas saber:
Los códices de San Andrés Tetepilco narran la historia de Tenochtitlán y recién fueron recuperados por tan sólo 9.5 millones de pesos más el IVA.
9.5 millones de pesos —súmenle todavía el IVA— y muuuuucha investigación fue lo que le costó a México recuperar los códices de San Andrés Tetepilco, considerados un tesoro para nuestro país, ya que esta serie narra la historia de Tenochtitlán, desde su fundación, la llegada de los españoles y hasta los primeros años del virreinato.
Recién el INAH (Instituto Nacional de Antropología e Historia) compartió cómo rescató los códices de San Andrés Tetepilco. La lana que costó y, claro, su importancia, que dicho sea de paso por acá les vamos a contar para que se emocionen con su historia.
Los códices de San Andrés Tetepilco
En nuestras clases de secundaria nos explicaron que los códices son documentos iconográficos hechos para registrar la vida cotidiana y la cosmovisión de una cultura o civilización, por ejemplo, las mesoamericanas.
En Mesoamérica, los códices eran elaborados en papel amate, piel de venado o tela y hasta algodón ya en periodos pegaditos a la época colonial. De hecho, se clasifican en prehispánicos y coloniales.
Dicho esto, ahora sí vámonos con los códices de San Andrés Tetepilco. ¿Por qué son importantes?
En primerísimo lugar porque como todo códice preservan la tradición escritural de Mesoamérica.
Luego, estos códices revelan información importante de la vida en Tenochtitlán, previo a la llegada de los españoles y los primeros años del virreinato.
De Iztapalapa e Iztacalco para el mundo
Los códices pertenecen a la localidad de San Andrés Tetepilco, ubicada en Iztapalapa en el sureste de CDMX, aunque durante los años a los que hacen referencia, esta comunidad pertenecía a Iztacalco.
Y como se imaginarán, estos documentos narran desde la fundación de Tetepilco hasta la de Tenochtitlán.
Están integrados por: el mapa de la fundación de Tetepilco, el inventario de la Iglesia de San Andrés Tetepilco y la Tira de Tetepilco —este último ha sido considerado como la continuación del Códice de Boturini que relata precisamente el origen de la civilización mexica.
Los códices, además, datan de finales del siglo XVI a inicios del XVII y esto es lo que cada uno contiene.
Mapa de la fundación de Tetepilco
Este códice contiene información geográfica e histórica, registros de las ubicaciones de Tetepilco, claro, Culhuacan, Tepanohuayan, Cohuatlinchan, Xaltocan y Azcapotzalco.
Inventario de la iglesia de San Andrés Tetepilco
Contiene el inventario de los bienes del templo de Tetepilco, como sillas de manos, imágenes religiosas o, probablemente, ropa de sacerdotes.
Y la tira de Tetepilco
Sobre este códice dicen que podría ser la continuación del códice de Boturini. Está integrado por 20 láminas plisadas en biombo y… narra la historia completita de Tenochtitlán.
La narración, a su vez, está dividida por: la fundación de Tenochtitlán (por allá del año 1300), los gobernadores de esta ciudad durante el periodo prehispánico, la llegada de Hernán Cortés o los españoles en 1519 y un parte del virreinato hasta 1611.
El increíble rescate de los códices
Llegamos hasta aquí para saber qué rayos pasó con los códices de San Andrés Tetepilco todo este tiempo. ¿Por qué no estaba bajo el resguardo del gobierno de México?
Lo que ha explicado el INAH es que después de que un cronista de Azcapotzalco diera el pitazo sobre la ubicación de unos documentos que podrían ser históricos, especialistas analizaron la información y, bueno, confirmaron su origen.
La bronca es que los códices estaban en manos de una familia —no sabemos cuál porque su identidad se ha mantenido en anonimato—, cuyas generaciones los conservaron hasta que las autoridades ofrecieron 9.5 millones de pesos.
Ahora sólo queda que los/las especialistas del INAH continúen echándole un buen ojo a esos códices mixtos —definidos así porque contienen pinturas de las culturas originarias, textos en náhuatl y español— para conocer más sobre el pasado de México, en especial de la bella CDMX.