Y en medio de la racha que se carga el Conacyt, una más… aunque ésta de las pasadas administraciones. Muchos dirán que son cortinas de humo, otros que se trata del destape de transas de la “mafia de la ciencia”. El caso es que ahora todos estamos esperando las pruebas (cof, y nombres de responsables, cof) de desvíos que ni en “La Estafa Maestra” se dieron.

De acuerdo con el vocero de Presidencia, Jesús Ramírez, la Auditoría Superior de la Federación (ASP) ya le corrió el tip a los de la Cuarta Transformación de que en el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) se detectó una serie de irregularidades  en el manejo de becas… así que, mientras que por años se ha señalado que no hay apoyo para la investigación, el órgano (más bien, sus responsables) han huachicoleado recursos que superan la cifra que se reportó con “La Estafa Maestra”.

Edificio del Conacyt
Foto: El Economista

“Se ha beneficiado a empresas privadas con dinero público para investigación científica y ni siquiera reportes han entregado, ya no digamos los reportes ni los resultados y esto se trata de desvío de fondos”, agregó el tocayo del DT campeón con la sub 17 en 2005 (eehhh, quiúbole con ese dato).

 

Bueno, muy impresionante todo… ¿y pa’ cuando la evidencia? Ahh, muy pronto. Según explicó el vocero de Presidencia, las autoridades se encuentran recopilando la información, las pruebas de los desvíos. Pero bien, tampoco se hizo de la boca chiquita y adelantó un poquito del tema: “hay empresas nacionales e internacionales que se han visto favorecidas con becas Conacyt y no han rendido cuentas como se le exige a cualquier investigador de las universidades públicas, ¿por qué invertir dinero público en empresas privadas? eso es lo que debe debatirse. Se pervirtió el apoyo público de Conacyt”.

Mmmm… el asunto no es nuevo, aunque no se veía de la magnitud de “La Estafa Maestra”. En enero pasado, la titular del Conacyt, María Elena Álvarez-Buyllá, informó que durante el sexenio de EPN recursos destinados a ciencia fueron desviados al sector privado. Empresas transnacionales, para ser un poco más exactos. “Esto no es aceptable en un país en el que ni siquiera hemos llegado, según mis números, a invertir 0.4 por ciento del PIB (Producto Interno Bruto) en el aporte nacional a ciencia y tecnología”. Según Álvarez-Buyllá, el desvío va por ahí de 50 mil millones de pesos…

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