Ella es Heidemarie Schwermer, una mujer alemana que hace 17 años cambió por completo su forma de vida, pues decidió comenzar a vivir sin dinero.
Schwermer nació en 1942 bajo el regazo de una familia acomodada, pues su padre era dueño de una cafetería en Prusia. Sin embargo, las cosas cambiarían luego de la Segunda Guerra Mundial, ya que el conflicto dejó a la familia en la ruina total, una situación de la que les costaría años recuperarse y que terminaría marcando profundamente a esta mujer.
Llevó una vida “normal” hasta 1994, desempeñándose como profesora y psicoterapeuta, además de ser madre de dos hijos. Fue ese año que fundó el “primer círculo de intercambio en Alemania”, un grupo en el que las personas podían canjear servicios (como la limpieza de casas o el cuidado de niños) por artículos materiales. Luego de vivir un tiempo con este sistema y darse cuenta de que “cada vez necesitaba menos dinero”, Schwermer le dio un giro radical a su vida.
En 1996, Heidemarie de 53 años de edad, decidió iniciar un experimento en el que viviría sin dinero durante un año. Vendió su casa, canceló sus cuentas bancarias, regaló muebles a los vecinos y repartió todo su efectivo entre sus hijos. La situación la llevó a pedir víveres y asilo temporal a sus amigos, todo a cambio de ofrecer servicios de cocina y jardinería.
A pesar de sentirse “liberada”, en un inicio la situación no fue sencilla, pues Schwermer tuvo que pasar frío y hambre hasta que poco a poco el “dar y recibir” terminó por convertirse en su moneda. Casa ropa, calzado, comida, y hasta artículos electrónicos; todo lo que Schwermer tiene es gracias a su filosofía de vida que también hace que de un momento a otro pueda dejar sus cosas y viajar hacia otro lugar, a comenzar de nuevo.
Empecé a hacerlo por la situación del mundo. Porque me parece injusto que haya gente que muera de hambre mientras nosotros derrochamos a diario la comida. Yo llevaba una vida acomodada, pero sentí la necesidad de hacer algo diferente. Ahora mi mensaje es más relevante si cabe. La gente me toma más en serio porque sienten que algo debe cambiar.
Ahora Schwermer tiene 70 años y se la pasa viajando, aunque también se da tiempo para visitar a sus hijos y nietos por lo menos un par de veces al año. Ha dado pláticas sobre su forma de vida en varios países y su experiencia ha inspirado un libro llamado Viviendo sin dinero, que en 2010 se convirtió en un documental que relata la historia de alguien que ha logrado mantenerse al margen de la economía “oficial”, sin necesidad de vivir en la miseria o de perder contacto con la sociedad.
No tengo nada. Soy una persona sin techo, pero ante todo una persona libre.