Mientras que las comidas familiares y las reuniones entre cuates (con sana distancia) acaban en pleitos políticos… los partidos ya están perfilando cómo repartir el pastel. Y no son suposiciones: el propio coordinador de Morena en la Cámara de Diputados, Ignacio Mier, lo acepta.
Luego de reunirse con el presidente Andrés Manuel López Obrador, el coordinador de la bancada de diputados de Morena aseguró que una alianza con los legisladores del PRI no se ve tan lejana… es “viable”, consideró.
“Nosotros lo que vamos a hacer es, por aproximaciones sucesivas, ir encontrando los acuerdos y los consensos para lograr los votos necesarios y sacar adelante los cambios”, señaló Mier… recordando que esto no va en contra del presidente, ya que él mismo (luego de las elecciones federales) dio luz verde para un pacto legislativo con el PRI.
“El PRI es un partido de la socialdemocracia y se acerca mucho, fue el promotor en los procesos de nacionalización de la industria eléctrica y petrolera”, comentó Ignacio Mier… sin dejar de mencionar que el PT es el aliado número uno de Morena, pero se necesitará más fuerzas políticas para echar a andar proyectos legislativos.
En una de sus mañaneras de junio, el presidente López Obrador reconoció que, en la nueva Legislatura, Morena no va a tener la capacidad de pasar cuanto proyecto se le antoje… ya que, aunque en las elecciones no le fue tan mal, perdió la mayoría calificada. Así que ahora habrá que cabildear.
“La tenemos esa mayoría [la simple] de manera holgada, ya se tiene el presupuesto, ya está asegurado el que continúen las pensiones. Si se quisiera tener mayoría calificada, que son dos terceras partes, se podría lograr un acuerdo con una parte de legisladores del PRI o de cualquier otro partido, pero no se necesitan muchos para una reforma constitucional”, señaló AMLO.
AMLO no descarta acuerdo con PRI para lograr mayoría calificada en Congreso
De acuerdo con Ignacio Mier, los proyectos que más urgen sacar en los próximos meses son la Ley de la Industria Eléctrica, la incorporación de la Guardia Nacional a la secretaría de la Defensa Nacional y una que otra reforma política electoral para ver si se puede meter mano al Instituto Nacional Electoral y, claro, también al TEPJF.