Sabemos que los atentados de las Torres Gemelas en Nueva York en septiembre de 2011 transformaron todo lo que conocíamos del mundo. Se han hablado de las guerras, de la división social o religiosa, del mundo del terrorismo, de la velocidad de información y por supuesto, de los viajes.
En los aeropuertos y aviones se notan muchísimo los cambios… sobre todo, si te tocó empacar las maletas antes de aquel día en Manhattan.
Se están cumpliendo dos décadas desde los atentados y aprovechando la fecha, conmemorando al día que sacudió al mundo, pensamos en recordar algunas épocas del pasado distante.
Pensamos en algunas cosas curiosas que antes de toda esta seguridad sí podías hacer en los aeropuertos o en los aviones. Algunas cosas que muchos nomás hemos visto en Hollywood y otras que, con tanto tiempo que ha pasado, no nos imaginamos la posibilidad de que desaparezcan.
Vamos a echarle un clavado a la memoria en esta fecha importante de recuerdo.
Nada de ‘credenciales en la mano’
Algunos de los atacantes en el atentado de las Torres Gemelas abordaron los vuelos sin identificarse —habían sido vigilados por el FBI meses antes. Y desde entonces, una de las principales repercusiones en el mundo entero es la obligación de tener credenciales oficiales a la mano.
Eso quiere decir que identificaciones o pasaportes se tienen que presentar y coincidir con el nombre en el boleto.
Ha ido avanzando con los años además, pues ahora la revisión se hace no solo al abordar el avión. También se revisan con atención a la hora de presentarte al vuelo y al momento de documentar alguna maleta. Incluso algunos países hacen revisiones de datos biométricos para identificar posibles amenazas.
¡¿Se abrazaban en la puerta?!
Esa es de locura. La vemos cuando nos entra el cursi y nos asomamos a las películas o series noventeras pero antes del 11 de septiembre de 2001, podías posponer los abrazos de despedida hasta el último momento posible… o aventarte algún gesto romanticón inesperado.
Se permitía llegar hasta la puerta de abordaje sin necesidad de tener un boleto, podías ser un acompañante más.
No aparecía textualmente en las reglas, pero antes la seguridad en los aeropuertos estaba a cargo de compañías privadas —no autoridades federales— y podías pasar los laxos filtros sin necesidad de credenciales, identificaciones o pasajes.
No te quitaban los zapatos
En México, al menos en vuelos nacionales, no es tan común que te quiten los zapatos para poder pasar por las líneas de seguridad. Sin embargo, si se te ocurre aventarte un vuelo en Estados Unidos… ojalá no traigas los calcetines con agujero porque probablemente te quiten el calzado.
Lo que sí es que no pasaba antes del atentado de las Torres Gemelas y curiosamente, lo empezaron a hacer meses después y por un ataque distinto.
En diciembre de 2001, un tipo llamado Richard Reid venía volando de París a Miami cuando lo sorprendieron intentando detonar una bomba que traía escondida en sus zapatos. Lo detuvieron otros pasajeros, lo arrestaron, le dieron cadena perpetua y por su culpa, la TSA (Administración de Seguridad en el Transporte) ahora también revisa los zapatos.
No te quitaban los líquidos
A veces, sigue sonando ridículo que te quiten cualquier líquido o gel de más de 100 mililitros, pero tiene razones importantes.
Esa es una medición internacional que también adoptó el Aeropuerto Benito Juárez de la Ciudad de México, por cierto, e involucra que cualquier líquido tiene que venir en empaques individuales pequeños y que quepan en una bolsa. De otra manera, serán confiscados en el filtro.
Los motivos son interesantes pues hubo un atentado con bombas líquidas que desató esta medida (aquí te contamos esa historia a profundidad).
Hacer ‘chascarrillos’ de bombas
No lo hagan. Aunque pueda sonar chistoso o sea una de esas ocurrencias del momento, las bromas sobre bombas en los aeropuertos se toman cada vez más en serio después de los atentados de las Torres Gemelas. Antes de eso tampoco eran graciosas, pero al menos no te metías en tanta bronca.
Ahora son delitos federales, delitos estatales e incluso te pueden arrestar en el instante. Aunque intentes aclarar que era chiste.
El Departamento de Justicia aclara que te pueden culpar de al menos 5 años de prisión por “desinterés peligroso sobre la seguridad humana”, darte una multa de 5 mil dólares y algunos estados llegan a repartir sentencias de 15 años.
Podías llevar cuchillos, navajas y un largo etcétera
Digo, esa igual pareciera de sentido común, pero antes de los atentados de 2001 la revisión de maletas no era tan profunda y por ende, podías pasar cosas extravagantes… por decirle de alguna manera.
Después de que se descubriera que los culpables del ataque en las Torres Gemelas llevaban cuchillos y abrecartas, se delimitó que quedaría completamente prohibido subir cualquier clase de artefacto punzocortante al avión. Incluso prohibieron que se dieran cuchillos en los restaurantes —puras cucharas y tenedores.
Con el tiempo le bajaron ‘dos rayitas’ a la medida y a partir de hace al menos 10 años se permiten esta clase de objetos pero con muchas reglas.
Le preguntamos al Aeropuerto de la Ciudad de México y nos compartieron este documento que explica, básicamente, que todas las hojas tienen que medir menos de 6 centímetros para ser válidas. Las tijeras solo pueden ser de punta redonda. Se permiten agujas únicamente si tienes diabetes… y de ahí para el real, nada se vale.