En noticias que te dan un respiro, parece que en el Reino Unido empiezan a agarrar la bajadita de la cuarta ola de COVID. Después de semanas intensas por la variante Ómicron, avisaron que ya no serán tan estrictos en las medidas pandémicas por las próximas semanas.
Empezarán por quitar el cubrebocas obligatorio y la recomendación de hacer home office.
También dejarán de pedir los famosos “Pasaportes COVID” —que incluían tus datos de vacunación— que se habían hecho populares en la entrada de antros, bares o centros de entretenimiento.
¿La razón? Pues que los contagios de COVID en esta cuarta ola empiezan a dejar un respiro. Aunque las cosas siguen sin estar sencillas pues estiman que 1 de cada 20 británicos están contagiados, la pandemia empieza a bajarle un poco. “Pareciera que el pico de Ómicron ya pasó en su nivel nacional”, señaló el Servicio Nacional de Salud (NHS).
De todos modos hubo más de 100 mil contagios en el último día, pero las mejoras —dicen— se ven prometedoras.
Todavía no están de salida del COVID
Aunque es una noticia positiva, el Reino Unido sigue metido en el Plan B de su reacción frente a la pandemia. Una serie de medidas de emergencia, extraordinarias, frente al aumento de los casos.
La idea es que, mientras sigan bajando los contagios, seguirán desapretando las reglas.
Por ejemplo, seguirán recomendando el uso de cubrebocas en espacios cerrados, la distancia en las escuelas y los aislamientos en casos posibles de contagio. “Es un recuerdo de lo que este país puede hacer si trabajamos juntos”, dijo Boris Johnson sobre cómo las personas adoptaron las medidas y la recepción positiva de las vacunas.