Mientras el PRI anda en la intentona convenciendo a la gente que ya cambió, que ya es otro y es la oposición, uno de sus diputados locales fue detenido en flagrancia por los delitos de ultraje, daños, narcomenudeo y portación de arma de fuego. Chale.
Se trata del diputado Gustavo Díaz Sánchez alias el Gato —o bueno, exdiputado, así lo maneja ya el subsecretario de Seguridad Ricardo Mejía porque Oaxaca no le da fuero a los legisladores y las legisladoras.
¿Qué pasó con el Gato, el diputado del PRI Gustavo N en Oaxaca?
Todo sucedió el 4 de noviembre, en Fortín de las Flores, Veracruz, cuando la Fuerza Civil detuvo al dipu o exdipu del distrito I de Oaxaca por los presuntos delitos —porque todavía hay que investigar— de ultraje a la autoridad, daños, narcomenudeo y portación de arma de fuego.
Aunque Gustavo Díaz no fue el único porque también fueron detenidos José Alberto N —el Pelón, su hijo— y otro chavo, Oliver N.
Y si esto ya de por sí es un caso preocupante —porque se trata de un exfuncionario—, ahí les va otro dato:
El priista ya fue vinculado a proceso en Veracruz, peeeero ya es investigado —de hecho, ya le ejecutaron otras dos órdenes de detención— por los presuntos delitos de homicidio calificado y homicidio calificado con ventaja.
Estos dos últimos delitos, por cierto, son investigados por la Fiscalía de Oaxaca. Es decir, Gustavo Díaz enfrenta una serie de acusaciones repartidas entre las fiscalías de Veracruz y la oaxaqueña.
Así que por lo pronto, fue llevado al Centro Federal de Readaptación Social 17 en Michoacán, aunque las autoridades están revisando este caso por cosas extras que sucedieron el día de su detención.
¿Cómo? Sí, cuando el diputado del PRI fue detenido en Veracruz, algunas personas de las comunidades de Tezonapa y Cosolapa se movieron para bloquear carreteras y quemar llantas supuestamente para que fuera liberado, acusando de abuso a la Fuerza Civil.
Toda esta info corrió a cargo de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana en la mañanera de ayer, 22 de noviembre.