Don Jon, la reseña de Sopitas.com

Esta película marca el debut como guionista y director del actor Joseph Gordon-Levitt, quien ha decidido iniciar una nueva etapa en su carrera y lo hizo bastante bien para tratarse de su ópera prima.

La verdad es que no sabemos cómo fue que a Gordon-Levitt se le ocurrió la historia que decidió contarnos en Don Jon, pero eso no importa, lo que realmente importa es que nos regaló una cinta que ha hecho reír a muchos en los países en los que ya se exhibió, lo cual es algo que seguramente se repetirá en México ahora que se estrena en varias salas de cine después de tener un pre-estreno en algunos cines por haber sido parte de la programación de este año del Festival Internacional de Cine de Morelia.

La ópera prima del actor convertido en director no sólo es divertida, también posee una trama interesante y un tanto peculiar con la que gran parte de los espectadores se podrá identificar, sobre todo en el caso de aquellos y aquellas que gusten de ver pornografía seguido.

El filme de Gordon-Levitt tiene como protagonista a Jon Martello, un joven que al parecer tiene todo lo que cualquier hombre necesita para ser feliz: un auto, un departamento, una familia unida, amigos y muuucha suerte con las mujeres, las cuales siempre caen ante sus encantos.

El único detalle que tiene Jon es que es un adicto a la pornografía, le encanta verla y no puede dejar de hacerlo sin importar con cuántas chicas lindas se acueste. El problema del personaje es que está totalmente convencido de que el sexo es mejor en el cine porno que en la vida real, incluso da unas razones bastante válidas para convencernos de ello, y esa manera de pensar lo mete en varios problemas cuando comienza una relación seria, así que comienza a pensar en las ventajas y desventajas de su afición a las películas XXX.

Don Jon es una cinta que trata sobre el amor, las relaciones de pareja y el sexo, temas que aborda de una manera realista, fresca y honesta, utilizando el humor sin caer en la burla o en lo absurdo. La historia avanza sin complicaciones gracias a un guión bien elaborado, aunque desgraciadamente el final queda un poco a deber y termina contradiciendo a la idea principal que se planteó en un principio.

Además del guión, otro de los factores clave del filme son sus personajes, ya que se trata de un grupo de individuos con características muy específicas, pero bastante comunes; de hecho, es probable que al ver la película muchos se identificarán a sí mismos con alguno de los personajes o identificarán a alguien más.

Siguiendo con los personajes, vale la pena mencionar que están muy bien desarrollados, sobre todo en el caso del protagonista y de su singular familia. Las escenas más divertidas de Don Jon son aquellas en las que el personaje principal convive con su familia, y esto se debe a que la interacción que se muestra entre ellos parece genuina y ciertos momentos por los que pasan podrían darse en cualquier comida o cena familiar.

Hablando específicamente de Jon Martello, podemos decir que se trata de un personaje al que es fácil entender, él vive como mejor le parece y le funciona muy bien, incluso, al principio de la película, algunos espectadores -sobre todo del género masculino- podrían llegar a envidiarlo, pero luego se darán cuenta de lo mismo que él, que en algún momento de nuestras vidas todos tenemos que avanzar y hacer un par de cambios.

Es justo reconocer las actuaciones de Joseph Gordon-Levitt, quien supo cómo dirigirse, y de Tony Danza como el padre del protagonista, haciéndolo vivir momentos incómodos que hacen que el espectador se ría al instante o que se quede pensando si su padre es así. Otra que lo hace demasiado bien es Scarlett Johansson, la bella actriz se mete de lleno en su personaje y cumple, mientras que el talento de la experimentada Julianne Moore no se explota del todo.

Al final, Don Jon es una película que se quedó en buena a secas, aunque pudo ser mejor. Les recomendamos que le den una oportunidad a esta cinta, se la pasarán bien al verla y tal vez se pongan a pensar en un par de cosas después de hacerlo.