Aunque parece increíble –aquí lo que se ruega y pelea es un aumentito- en Suiza por medio de un referéndum la sociedad se negó a instituir un aumento a su salario mínimo. Además, para nada fue una decisión peleada, ya que la gran mayoría de los votantes se inclinó por negarse a ganar 18 euros por hora.
El 77% de las personas que asistió a las urnas votó contra la propuesta hecha por sindicatos y el partido Socialista Verde. De haberse concretado el aumento salarial, Suiza se hubiera colocado como el país con el salario mínimo más alto del mundo, por encima de Francia, España o Alemania, donde el pago ronda los 5 y 9 euros la hora.
Sin embargo, la negativa de los suizos a llevar más dinero a sus bolsillos no es porque la cuestión monetaria no les importe, por el contrario: de haberse aprobado, todo empleador tendría que ajustar los sueldos, afectando sobre todo a los pequeños y medianos empresarios, quienes son la base de la economía en Suiza, al generar dos de cada tres empleos.
Lo anterior, hubiera significado un posible aumento de desempleo… palabra que los suizos no tienen en su vocabulario, ya que allá la tasa es de 3.2%.
En el referéndum -en el que también la sociedad dio su opinión negativa respecto a la compra de aviones caza que el gobierno planea adquirir- sólo 23% de los electores dijo “Sí” a la creación del salario mínimo de 18 por hora, lo que les hubiera representado ganar aproximadamente 720 euros por una semana de 40 horas laboradas… quién no quisiera tener problemas así.