Ya no es tan fuera de lo común que en eventos deportivos salte un hombre a la cancha nomás para que lo vean. Pero en Sidney, Australia un hombre ha dejado una marca difícil de superar para todo aquel que quiera ser uno de los llamados “improvisados”.
Durante un partido de rugby, Wati Holmwood decidió orear sus carnes y dejar que todo el público asistente al estadio ANZ de Sidney se diera un taco de ojo, ya que además de irrumpir en el juego, lo hizo tal y como dios lo trajo al mundo.
Para mala suerte del buen Wati su mini odisea se dio por terminada cuando los miembros del equipo de seguridad le perdieron el asco y se le fueron encima luego que por su propia cuenta el morenazo se recostó en el césped del estadio.
Por andar causándole pesadillas a las damas que ya sea en vivo o gracias a la magia de la repetición lo vieron desnudo, Wati Holmwood fue condenado a pagar una multa de 10 mil dólares, los cuales están siendo recolectados por un grupo de Facebook… así que si quieren apoyar la causa y hacer que este buen hombre salga libre, pueden donar lo que sea su voluntad.
Hay que mencionar que la irrupción de este hombre se dio durante la serie anual de tres juegos que sostienen los representantes de New South Wales y los representantes de Queensland.