Hasta ahora muchos se vienen a dar por enterados, pero mientras Genaro García Luna estuvo al frente de la Seguridad del país en el sexenio de Calderón, resulta que su hermana fue la encargada de la Policía Cibernética. Nada de nepotismo… seguro.
Pero bueno, el caso es que ahora que el buen García Luna está en las manos de la justicia estadounidense (con la cual parece que llegará a un acuerdo), la susodicha ha decidido proteger el patrimonio que tan a la buena se ganó (no es sarcasmo, jeje) y, para ello, ya metió el tradicional amparo correspondiente.
De acuerdo con Proceso, Esperanza García Luna solicitó el pasado 2 de enero un amparo contra el congelamiento de sus cuentas. El trámite está en veremos, ya que –según el juez– la solicitud contiene algunas “irregularidades que deben ser subsanadas por el promovente para estar en aptitud de proveer lo que en derecho corresponda sobre su admisión o desechamiento”.
Luego de darse la aprehensión de Genaro García Luna, la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) comenzó con el bloqueo de cuentas relacionadas con el exsecretario de Seguridad… entre ellas, las de la esposa del susodicho, Cristina Pereyra, y, claro, las de Esperanza García Luna.
Luego de darle chamba en el gobierno federal, García Luna encargó algunos de sus negocios a su hermana. Según parece, estos negocios habrían servido para las triangulaciones denunciadas hace unos días por la 4T.
Según indica Proceso, Esperanza García Luna se hizo cargo de los negocios en los que cayeron transferencias irregulares de parte de la Secretaría de Gobernación, con ayuda de la empresa NUNVA Inc. La solicitud de amparo de la hermana de García Luna se da cuando ya le fueron congeladas cuentas a la esposa del exsecretario, quien –así como ella– es investigada por la Fiscalía General de la República.