La administración de Donald Trump hizo oficial este jueves que empezará a restringir las visas a mujeres embarazadas que quieran ingresar a su país como turistas. Específicamente, mencionan las autoridades de Estados Unidos, esta medida busca detener de tajo una controvertida práctica conocida como turismo de parto o de maternidad.

“Esta nueva regla es necesaria para mejorar la seguridad pública, la defensa nacional y la integridad de nuestro sistema de migración”, informó la Casa Blanca en un comunicado.

Foto: Forbes.

Como si no fuera suficientemente difícil conseguir una visa, con estas nuevas medidas se complicará la situación para las mujeres embarazadas y estará a completa discreción de las autoridades consulares. Por ejemplo, si los funcionarios gabachos piensan que una mujer quiere ir a Estados Unidos solamente a tener su parto, se les negará la aplicación inmediatamente.

“Será una barrera complicada para las mujeres embarazadas, probar que quieren ir por atención médica y no solo a tener un parto”, señalaba un análisis de la revista TIME.

Las autoridades estadounidenses consideran que el turismo de parto o de maternidad es comparable con actividades criminales, pues —según su comunicado— le “quita” recursos valiosos a los hospitales norteamericanos y es un hueco enorme en su sistema de migración.“La integridad de la ciudadanía de Estados Unidos debe ser protegida”, concluía la Casa Blanca.

Estas medidas enfocadas en las mujeres embarazadas entrarán en vigor mañana mismo: el viernes, 24 de enero.

El turismo de parto es una realidad

El turismo de parto o de maternidad es una práctica que está cobrando cada vez más fuerza alrededor del mundo. Básicamente, consiste en tener a tu hijo en otro país con la intención de conseguir sus beneficios.

¿Un ejemplo? Algunas mujeres viajan a Estados Unidos para que sus hijos obtengan la nacionalidad y puedan acceder a sus servicios de salud. Lo mismo sucede en Canadá. En Asia, Hong Kong es un popular destino para evitar la política de límite de hijos en China. Otras mujeres embarazadas alrededor del mundo viajan a países más desarrollados donde puedan acceder a tratamientos prohibidos en su lugar de origen como fertilización in-vitro o estudios en embriones y fetos.

Foto: Cuartoscuro

Aunque no hay cifras oficiales, se estima que esta práctica incluye entre 30 mil y 40 mil nacimientos al año.

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Soy Max Carranza y me he pasado la vida rodeado de memes, cultura digital y bastantes horas frente a las pantallas. En el camino me encontré la pasión por abordar los temas sociales más urgentes e intentar...

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