Ha dejado de llover, o por lo menos, no ha llovido todo el día. Tampoco es algo que importe, pues a Morelia se viene a estar bajo techo y frente a una pantalla, aunque uno siempre agradece poder caminar en la calle sin el temor a terminar empapado.
“No quiero dormir sola”
El día comenzó con una de las cintas en competencia, “No quiero dormir sola” de Natalia Beristain. Una historia de dos mujeres, nieta y abuela (interpretadas por Adriana Roel y Mariana Gajá, respectivamente), hundidas en cada una en su muy particular soledad.
Honesta y personal, la película se desarrolla de una forma cruda, sin caer en terribles dramatismos y dando a lugar a episodios de humor que la audiencia agradece, aunque en ciertos puntos parece caer en lo chusco.
Bien contada y con actuaciones a la altura, “No quiero dormir sola” narra una historia sencilla y sincera (más no simple), por lo que no resulta complicado reconocerse en lo plasmado por Beristain.
“Cosmopolis”
Más tarde, una de las salas se abarrotó para ver la más reciente película de David Cronenberg. Un trabajo basado en la novela de Don DeLillo, que se levanta como una crítica al cada vez más voraz sistema capitalista, centrándose en un joven magnate, sorprendentemente bien interpretado por Robert Pattinson.
El protagonista, soberbio y omnipotente, intenta cruzar la tumultuosa ciudad con un único objetivo: cortarse el cabello. Mientras él se mueve dentro del caos de una sociedad saturada por la información, su vacío existencial será invadido por la sombra de alguien con intenciones de asesinarlo.
De delirantes diálogos y violencia permanente, “Cosmopolis” tiene algunos momentos que por sí mismos valen mucho la pena, aunque también hay ocasiones en las que simplemente parece ser una vorágine de sinsentidos, los cuales en lo personal, también disfruté.
“Copia fiel”
Abbas Kiarostami, reconocido director iraní e invitado especial del festival, llegó en la noche a la sala 5 en el Cinépolis del centro de Morelia, para recibir la medalla de la filmoteca de la UNAM. Ahí mismo, presentó uno de sus filmes más recientes, “Copia fiel” (2010).
La internacionalísima Juliette Binoche (quien ganó el premio a mejor actriz en el Festival de Cannes por su papel) y William Shimel, protagonizan una historia de amor en La Toscana. Un lugar común para ese tipo de historias, aún así Kiarostami deja a un lado esas clásicas muestras del paisaje, de la comida italiana y de los callejones europeos.
La historia se centra en los personajes, en la forma en que un simple encuentro puede hacer que dos personas se reconozcan hasta lo más profundo de su alma.
Los cuestionamiento hacia el concepto de amor eterno y originalidad, se filtran a través de los prolongados diálogos que se sostienen los personajes y en los que al final todo se reduce a la interpretación: ficción o realidad, original o copia.
