En Francia, el Ministerio de Economía ha convocado a una consulta pública para regular a los/las influencers y, de esta manera, evitar que sus seguidores caigan en las redes de la publicidad engañosa. En otras palabras, que la gente no sea engañada con los productos que este grupo de famosos “recomienda” y que, en realidad, resultan ser publicidad pagada.
Pero que obvio los influencers no aclaran en sus videos —y cuyos seguidores suelen quedarse con la idea de que se trata de una recomendación cien por ciento sincera y pues no.
Francia busca una Ley de Influencers: Quieren regular a ‘famosos’ con consulta pública
Ya tiene rato que el ministro de Economía de Francia Bruno Le Maire le echó un ojo a las recomendaciones de los y las influencers. Sin embargo, apenas en diciembre de 2022 el plan para la regulación de sus actividades comenzó a tomar forma.
Y fue hasta el 8 de enero que Le Maire lanzó la convocatoria para que la gente participe en una consulta pública —ACÁ el enlace por si le quieren echar un ojo a la idea en general, aunque la consulta sea para Francia— que busca regular por ley la chamba de los influenceres.
Esta consulta se divide en cuatro temas principales: derechos y obligaciones de los influencers, protección del consumidor, propiedad intelectual y regulación en los medios o bueno, el sector.
El ministro de Economía explicó que las autoridades quieren la regulación porque, pese a que existen influencers que se aplican en no tratar de engañar a sus seguidores, hay famosos que se han pasado de vivaldi.
Y se olvidan de mencionar que las empresas —deportivas, de belleza o moda e incluso de enfocadas en las finanzas— les pagan para que mencionen y recomienden sus productos en los videos.
Esta consulta estará abierta hasta el 31 de enero de este 2023. Y mientras la gente decide el destino legal y jurídico de los influencers, hay que mencionar uno de los casos más sonados: el de Nabilla Benattia-Vergara, quien fue multada —con 20 mil euros o alrededor de 420 mil pesos— por recomendar servicios bursátiles en su Snapchat, sin avisar que se trataba de publicidad pagada. Eso fue en 2018 y, al parecer, Francia va con todo por su regulación total.