¿Este es Primer Grito de Independencia de AMLO? Sí y no. Entre los que se aventó como “Pejidente Legítimo”, los incómodos “Viva Méxicos” que lanzó en los debates presidenciales y los miles que se ha de haber echado en el espejo del baño practicando para echarse porras, la verdad es que López Obrador ya tiene práctica en el delicado arte de emular aquella noche de Dolores, Hidalgo.
Lo que sí es que el de 2019 será el primero que da oficialmente como presidente y desde el balcón de Palacio Nacional.
Entre que corren las apuestas para saber qué héroes de la patria se agregaron al Olimpo del tradicional Grito de la Independencia y AMLO calienta la garganta para no desentonar en punto de las 11 de la noche del 15 de septiembre, acá te contamos cómo se han puesto los gritos en la historia de AMLO.
2006… ¡En el Zócalo!
En 2006 con los ánimos bastante calientes por las elecciones recientes y el mega plantón organizado por los seguidores del tabasqueño, el presidente Vicente Fox decidió pelarse de la CDMX para dar el grito en Dolores Hidalgo, Guanajuato, para no correr el riesgo de que saliera a tomatazos.
Los festejos patrios en la capital quedaron a cargo de Alejandro Encinas, el jefe de gobierno en ese momento y “compañero entrañable” de AMLO.
Aunque él no dio el grito per se, AMLO sí se presentó un día antes —el 14 de septiembre— para hablar con sus seguidores e invitarlos a la pachanga en la noche siguiente. “Estamos muy contentos porque el traidor a la democracia no va a estar el día de mañana y la propuesta es que todos respaldemos a que el Grito de la Independencia lo de Alejandro Encinas, el jefe de gobierno”, mencionó.
2007: Live from Oaxaca
Desde el municipio de San José Tenango en la sierra de Oaxaca, AMLO sí se aventó un grito “hecho y derecho”… al menos porque sí le puso todas las tradiciones.
“Lanzó vivas a los indígenas, a los campesinos, obreros, migrantes, artistas, maestros, profesores, sectores productivos y estudiantes”, menciona la crónica de La Jornada. “Nombró luego a Hidalgo, a Josefa Ortiz de Domínguez, a Morelos, a Juárez, a los hermanos Flores Magón, a Francisco I. Madero, a Villa, a Zapata y al general Lázaro Cárdenas del Río, vitoreó también a los héroes anónimos y a los asesinados por defender las causas populares y demandó la libertad de los presos políticos”.
2008: El día que compartió con Calderón
Mientras Felipe Calderón calentaba la garganta —oops— para dar el grito en Palacio Nacional, AMLO se apareció como telonero en el Zócalo capitalino.
A las 9 de la noche, López Obrador arrancó con su mensaje diciendo “arriba los de abajo” y de ahí se soltó como hilo de media: reclamó a la reconquista, al intervencionismo, la corrupción, la impunidad y al “gobierno usurpador”. Luego lanzó vivas a los indígenas, campesinos, obreros, migrantes, artistas, maestros, profesionistas, sectores productivos, la prensa libre, los estudiantes, las mujeres, niños, ancianos, a las minorías legales y legítimas, a la cultura y “a los héroes que lucharon por nuestra Independencia”.
2009 Clara Brugada ft. AMLO
En el 2009 AMLO se lanzó al Hemiciclo a Juárez acompañado de muchas caras conocidas… por ahí podrán ver a Jesusa Rodríguez, Encinas, a la abuelita Coco y hasta a Profirio Muñoz Ledo que parece vestido como para posada. Aunque la estrella fue Clara Brugada, la actual alcaldesa de Iztapalapa.
Entre los vivas a las cosas choteadonas que ya estamos acostumbrados, Brigada se aventó un “viva el pueblo mexicano en pie de lucha” y otras como “abajo el mal gobierno”… mientras, AMLO estaba atrás y al final de la ceremonia repartió saludos y apapachos.
En el 2010 gritó desde Tlatelolco
Directito desde la plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco en la CDMX.
Doscientos años después de que Hidalgo se aventara la primera versión del grito, AMLO hizo un grito bastante tradicional. A la hora de la pachanga resaltó a los rostros que ya conocemos y solamente le agregó a “los héroes anónimos” y exigió la liberación de los presos políticos. En el mismo evento se pronunció en contra del “mal gobierno” y se chutó el himno nacional enterito antes de ser despedido entre aplausos.