Elementos de la guardia costera rusa armados con metralletas tomaron el control de la embarcación Artic Sunrise, propiedad de Greenpeace y presuntamente arrestaron de manera violenta a los activistas.
De acuerdo con información proporcionada por Greenpeace México, elementos de la Guardia Costera abordaron el barco Arctic Sunrise se encontraba en las inmediaciones de la plataforma Prirazlomnaya de Gazprom y destuvieron a 25 activistas, juntándolos en el helipuerto donde los mantuvieron de rodillas mientras les apuntaban con armas de fuego. El barco estaba dentro de la Zona Económica Exclusiva de Rusia (ZEE), lo que significa que toma de la Guardia Costera de Rusia es ilegal.
El director ejecutivo de Greenpeace Internacional, Kumi Naidoo, señaló que “este embarque ilegal de un barco de protesta pacífica pone en evidencia las medidas extremas que el gobierno ruso destina para mantener las peligrosas tareas de perforación en el Ártico por parte de la petrolera Gazprom lejos del escrutinio público”.
“Pedimos al presidente Putin frenar a la Guardia Costera y ordenarles que guarden sus armas y se retiren. Somos una organización pacífica y nuestra protesta no merece este nivel de agresión”, abundó Kumi.
El Ministerio de Asuntos Internacionales de Rusia afirmó que la intervención de la Guardia Costera durante la protesta del miércoles se debió a que el Arctic Sunrise representaba una amenaza al medio ambiente y la seguridad.
“La Guardia Costera ha abordado nuestro buque con armas de fuego, amenazó a nuestros activistas a punta de pistola y disparó hacia nuestro barco 11 tiros de advertencia por lo que esa es la verdadera amenaza para la seguridad aquí”, dijo Ben Ayliffe, responsable de la campaña de petróleo en el Ártico de Greenpeace Internacional.
El barco “Artic Sunrise” estaba en el Ártico para protestar en la plataforma de perforación petrolera de Gazprom la cual planea comenzar la producción de la plataforma Prirazlomnaya en el primer trimestre de 2014, aumentando el riesgo de un derrame de petróleo en un área que contiene tres espacios naturales protegidos por la ley rusa.
La perforación de petróleo en el Ártico es un riesgo ambiental, por eso Greenpeace Internacional llegó al sitio en una acción pacífica para defender el medio ambiente en nombre de los millones de personas de todo el mundo que se oponen a las operaciones de perforación.