Sabemos que es casi imposible estar al pendiente de todo lo que pasa en el mundo. Entre guerras, conflictos, tensiones, pandemias y un larguísimo etcétera, las noticias de cada mañana no son precisamente bonitas —”harto de vivir momentos históricos”, dicen por ahí—, pero si tienen tiempo para hacerse un hueco informativo en su apretado calendario, vale la pena que conozcan lo que está pasando en Haití.
El país caribeño está viviendo un momento de crisis tamaño industrial y la verdad, es que no se habla mucho de ello.
La situación se está poniendo como olla exprés. Tanto en las calles como en las oficinas diplomáticas. Las tensiones crecen al grado que en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) se habla de una intervención militar internacional y la isla se llena de protestas bastante subidas de tono, acompañadas de una dosis de represión.
Si estás buscando un breve resumen de lo que está pasando en Haití, llegaste al lugar correcto.
La crisis en Haití
Si lo quieren en pocas palabras, las cosas en Haití están de la fregada. Básicamente.
Las broncas empezaron tras una crisis política en 2015 en la que unas polémicas elecciones —que tuvieron que repetirse— dieron como ganador a Jovenel Moïse. En medio de las protestas, el presidente tuvo que retrasar su toma de protesta hasta 2017 y después de eso, las cosas siguieron empeorando.
Se suponía que tenía que dejar el cargo en 2021 pero lo acusaron de querer reelegirse y de otros escándalos de corrupción. Todo terminó cuando Moïse fue asesinado.
Desde entonces no hay presidente en Haití y no han tenido elecciones.
Actualmente el poder está en manos del primer ministro Ariel Henry, quien —para acabar de enredar la situación— ha estado conectado personalmente con el asesino del presidente, obstruyendo las investigaciones en su contra.
Y por supuesto que la crisis en Haití no es únicamente política. En las últimas semanas se han desatado protestas sociales por un gasolinazo, una subida también en los precios del gas y el desabasto en la distribución de agua potable. También resulta que la inflación, el crimen, la violencia y los secuestros están en el punto más alto en su historia.
Para terminar de amolar la situación, se ha presentado un brote de cólera que prendió las alertas mundiales.
Las manifestaciones recientes —de las personas contra todo lo que está pasando— terminaron en tragedia pues las Fuerzas Armadas de Haití fueron ordenadas a disparar, hirieron a personas y mataron a una niña.
¿Intervención militar?
Conforme crecía la crisis, también crece el descontento social y la respuesta del gobierno.
Citando los aumentos en la violencia, el desabasto de energéticos y acusando que un grupo de bandas criminales habían desestabilizado el suministro de gasolina en Haití, el gobierno del primer ministro Ariel Henry pidió ayuda internacional. El ministro del Exterior dijo que la situación era “catastrófica” en una reunión con la OEA.
La cosa se puso complicada porque el gobierno pidió oficialmente que enviaran fuerzas policiacas internacionales para controlar la crisis.
Esa petición se escuchó en las puertas de la ONU. El secretario general, Antonio Guterres apoyó la idea de una intervención militar. “Creo que tenemos que reforzar la policía de Haití con entrenamiento y equipo, pero en las circunstancias actuales necesitamos acción armada para establecer un corredor humanitario”, dijo el diplomático.
Algunos grupos de derechos humanos en Haití han protestado contra la petición.
Específicamente piden que los asuntos se resuelvan en su propia isla, sin la necesidad de armas extranjeras, ni intervenciones militares. Una de las razones —además del entendible escepticismo— es que hace menos de un siglo Haití seguía ocupada por fuerzas internacionales.
“Necesitamos ayuda para desarrollar nuestro país, pero no necesitamos más botas”, decía una organización de derechos civiles a la AFP. Argumentaron también que la comunidad internacional estaba “interfiriendo” y que el gobierno del actual primer ministro que no ha hecho elecciones “no tiene la legitimidad para pedir asistencia militar”.
Aunque todavía no se concreta la intervención militar la cosa está avanzando a pasos acelerados.
¡México está metidísimo en el problema de Haití!
La misión militar internacional comenzó a discutirse en el Consejo de Seguridad de la ONU y algunos de los principales involucrados son México y Estados Unidos.
Los gabachos anunciaron el plan para ayudar a la policía de Haití, mientras que México admitió que ellos —¿o nosotros?— habíamos escrito las dos versiones del documento oficial mientras que, al micrófono, anunciaron que nuestro país ayuda a la policía haitiana y algunos elementos habían venido a entrenarse con la Guardia Nacional. Órale.