A lo largo de los últimos años, un debate sobre la identidad de los llamados geek se ha desarrollado. La cuestión sobre quién puede ser considerado parte de este movimiento o corriente y quién no, ha dividido a amigos, familias enteras y sociedades. Sin embargo, una cosa es cierta, un verdadero geek no celebra su día, ¿por qué?

Primero, ¿qué es ser geek? ¿qué te hace ser llamado así? Algunos dicen que porque vas a ver “Star Trek” o reconoces a los personajes de tal o cual animé, automáticamente te conviertes en un geek a los ojos de tus contemporáneos. Nada más lejos de la realidad pues el hecho de conocer un tema que se ha vuelto del dominio popular se encuentra muy lejos de ser una razón para encasillarte como tal.

¿Fue Roger Ebert un geek por reconocer a la perfección a todos los personajes de “Star Trek”? No, Roger Ebert era un crítico de cine que debía dominar esa información. ¿Bill Gates es un geek por haber popularizado las PCs? Técnicamente este hombre es más un empresario que otra cosa. ¿Uno es geek porque puede pronunciar adecuadamente el Hadou-ken? No lo creo, pues sólo es necesaria una pizca de curiosidad para conocer ese dato; no obstante, lo que te convierte en un geek es conocer la historia detrás del Hadou-Ken en el mundo ficticio de “Street Fighter”.

Conocer temas considerados geek no te convierten en uno. En una era donde la información es inmediata, estos temas son de dominio popular y no exclusivos de un “grupo” específico.

Entonces, ¿quién es un geek? De acuerdo a diferentes interpretaciones que los mismos geeks han hecho (mismos que se rehúsan a reconocerse como tal), un geek es aquél que se apasiona por un tema y lo conoce a la perfección. Para un geek, “Star Wars” no es sólo una película y los cómics no se limitan a ser “caricaturas para niños”; para ellos, estos ejemplos son expresiones artísticas contemporáneas que requieren de un intelecto mayor para ser comprendidas en su totalidad.

GeeksdeVerdad

Batman no es sólo un mono disfrazado que combate el mal; para un geek, este oscuro personaje es una alegoría de la naturaleza humana para lidiar con sus problemas y reflejarlos en una sociedad hostil y decadente. Ejemplos más, otros menos, un geek se especializa en temas que si bien pertenecen a la cultura popular conoce sus más sutiles accidentes estéticos, retóricos y artísticos como nadie.

Geek no es aquél que te corrige cuando hablas de “Juego de Tronos” como toda la serie de libros.

Por otro lado, la celebración de un Día del Geek no es reconocida por nosotros pues, según nuestra lógica, el mostrar predilección por un arte visual, una película, un videojuego o cualquier expresión artística en la que se hayan clavado, no es razón para iniciar un debate de “ellos y nosotros”, “la gente común y los geeks”, por lo que un día conmemorativo del geekismo es desmenuzado para demostrar lo que el Día del Geek es en realidad, 24 horas prestadas del calendario de manera exclusiva para fomentar la actividad comercial.

Y es que los comercios que gustan de explotar la idea de “geek = consumo”, aprovechan la personalidad ambivalente de quienes se consideran geeks (aquellos que resumen el geekismo como el conocimiento superficial del argumento de un par de videojuegos y el uso de los lentes de pasta) para fomentar el consumo de productos que refuerzan su identidad como parte de este movimiento, si se le puede llamar como tal.

Le geek es un ser extremadamente analítico y observador. Su naturaleza susceptible a las imprecisiones lo empujará a corregir algún dato errado o aportar argumentos sobre un tema que domina, ya sea en voz alta o entre dientes.

En otras palabras, un geek no sale a la calle a gritar su predilección por “Evangelion” o “Star Wars” con playeras que así lo demuestran. Un geek no es aquél que en una primera cita se describe como tal. Un verdadero geek es aquél que vive su vida como el resto de las personas que lo rodean, con la diferencia de que éste conoce un tema de dominio general a un nivel que va más allá del mero gusto, raya en la obsesión.

Un geek no necesariamente debe ser fluído en Klingon y Quenya, o ser un coleccionista patológico de figuras de acción de “Battlestar Galactica”.

Un geek es un puritano de los argumentos primigenios que dieron base a que se creara una película como, por ejemplo “Watchmen”. Esta persona se molestará por los cambios estéticos y argumentales que se hicieron en el film para hacerlo más comercial; sin embargo el geek también entenderá el trasfondo de estos “aberrantes” cambios pues éste también entiende como funciona el negocio del cine. En la mayoría de las ocasiones, un geek resulta un crítico objetivo de algo en lo que se especializa, pero a la vez, notará las sutilezas de lo que se ve en pantalla, o en las páginas de un libro.

Para el espectador común de “Iron Man 2”, la escena donde Tony Stark cae en la depresión y se entrega a un frenesí de alcohol durante su cumpleaños, es un guiño jocoso que arranca un par de risas; por otro lado, para el geek, esta secuencia no es una ocurrencia del guionista, es una referencia directa al cómic de 1979, “Demon in a Bottle”.

Un geek no es aquél que luce pálido por quedarse las noches de viernes a jugar “World of Warcraft” o leer a Isaac Asimov, es alguien que conoce perfectamente las tendencias actuales (esos productos culturales) que ofrecen una gran interpretación contemporánea de la realidad. Adicionalmente, un geek no es una especie de discapacidad que te sentencia a vivir virgen toda tu vida y no poder relacionarte con los demás. Se trata sólo de una persona como tú y como yo que disfruta placeres más “infantiles” sin temor a decirlo, pero sin el afán de gritarlo al mundo.

En una época donde la mayoría usa al menos dos gadgets y la película de “Los Vengadores” ha sido vista por millones de personas alrededor del mundo, es difícil definir quién es un verdadero geek y quién no, por lo que celebrar semejante catástrofe como un Día Geek, resulta redundante e innecesario. ¿No será este día un pretexto para vender mercancía necesaria para que los geeks falsos refuercen una identidad sustentada en frivolidad y consumo? Cómo si ser geek estuviera basado sólo en dinámicas de consumo de una persona y ya.

¿Cómo detectar un verdadero geek?

Este experimento sencillo repetido hasta el hartazgo para probar su eficacia podrá ser llevado a cabo en cualquier reunión social.

Durante una conversación casual donde participen al menos ocho personas, digan en voz alta las referencias clave: “Largometraje animado de El Señor de los Anillos”, “Las siete, (el error es a propósito), las siete esposas de Enrique VIII”, “Las tres leyes de la robótica”, “El demonio de Maxwell”, “John Williams” e “iOS contra Android”. Inmediatamente, al menos uno de los participantes comentará algo respecto de los temas antes mencionados. Ante su corrección de las seis esposas de Enrique VII y posterior mención de al menos cuatro de ellas, ustedes notarán que este geek recién descubierto no obedecerá al estereotipo que aprendieron en “The Big Bang Theory” (lentes de pasta, el smartphone más reciente, alpargatas, camisa de superhéroe y diadema de orejas de gato). Éste será una persona común y corriente que, por casualidad, sintió una de sus fibras más sensibles moverse al escuchar las referencias que les recomendamos mencionar para descubrirlo entre el resto de los participantes.

Ejercicio adicional: Si en esa misma reunión uno hace la pregunta “¿Quién de aquí es un geek?”, todas esas manos levantadas revelarán la identidad farisea de aquellos que se autonombran “geek”. Por otro lado, el verdadero geek sólo se encojerá de hombros y se retirará del lugar por otro vaso de cerveza.

Una vez pillado, ustedes podrán o no, iniciar una conversación totalmente normal (y en la mayoría de las ocasiones, fascinante) con este geek. Y ya que están en eso, aprovechen esta oportunidad única para preguntarle, ¿qué piensas del Día del Geek? Su respuesta no se hará esperar y, estoico, éste les contestará: “Yo no celebro ese día. Yo no soy ningún geek. No hay tal cosa”.

Por último, hago una cita de Simon Pegg, el actor británico que apareció en “El Desesperar de los Muertos” y más recientemente en “Star Trek”, que resume perfectamente lo que es ser un geek.

Ser un geek es ser honesto sobre lo que disfrutas sin temer a demostrar ese afecto. Significa no exagerar sobre cuánto te gusta algo. Básicamente es una licencia para conectarte orgullosamente con algo a un nivel un poco infantil en lugar de actuar como un adulto. Ser un geek es algo extremadamente liberador.

Y es así, señores, cómo la galleta se desmorona.

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