Pues bien, los de la caravana migrante ya no tendrán el obstáculo que representaba el decreto de Trump con el cual se podía negar asilo a todo aquel que ingresara a Estados Unidos a la malagueña… ahora el asunto es ¿cómo le harán para esquivar a todo el ejército que protege la frontera México-Estados Unidos?
Quién sabe… pero una cosa a la vez. Por lo mientras un juez prohibió que el gobierno estadounidense niegue asilo a las personas que crucen de manera ilegal la frontera sur del país. Es decir, que sean ilegales. Aunque esto sólo es de manera temporal, en lo que ambas partes (pro y anti migrantes) ofrecen sus respectivos alegatos.
Seguramente habrá seguidores de las políticas migratorias de Trump que saltarán para defender el decreto presidencial emitido el pasado 9 de noviembre. Por el lado de pro migrantes parece que irán representantes de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), quienes son los responsables de la decisión del juez que seguro le cayó a Trump peor que una orden de tacos de suadero a la 1:00 de la mañana.
Los de la ACLU y el Centro por los Derechos Constitucionales fueron los responsables de interponer una demanda contra el decreto de Donal Trump, el cual especificaba que sólo se atenderían las solicitudes de asilo de aquellos que cruzaran la frontera sur de Estados Unidos por los puertos de ingreso. Con tal disposición, murieron las ilusiones de todo aquel que pensaba en ingresar al gabacho de forma ilegal.
Pero bueno, una “victoria” para los de la caravana migrante. Ahora el asunto será cómo le harán para burlar a los agentes fronterizos, quienes elevaron el nivel de seguridad con la llegada de miles de centroamericanos a Tijuana. De acuerdo con Milenio, con el arribo de migrantes a la frontera sur de EEUU, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza cerró el tránsito con dirección norte del cruce de San Ysidro durante varias horas. También instaló barreras móviles con alambre de púas en la parte superior… todo para impedir que se logre colar algún migrante ilegal.