¿Recuerdan el caso Oceanografía? Era el caso paradigmático de la corrupción de las empresas que hacen tratos con Pemex. Bueno, a esta compañía le cayeron cuando descubrieron que realizó un engaño sistemático y millonario con facturas falsas. Y era el claro ejemplo de que si iba a haber una reforma energética, tiene que tocar el problema de la corrupción en la industria energética.
Pues bueno, el juez federal, Felipe Consuelo Soto, declaró en concurso mercantil a Oceanografía y ordenó suspender la inhabilitación que le impuso la Secretaría de la Función Pública para obtener contratos con el gobierno.
Con la sentencia del juez se da inicio al periodo de un año para buscar la reestructura de la empresa o, de lo contrario, será declarada en quiebra.
Pero el juez no solo evito la quiebra de esta empresa, además permitió que volviera a participar en licitaciones para obtener contratos de Pemex (un momento…¿qué?).
El juez también ordenó a Pemex reintegrar los montos que, a partir del pasado 28 de febrero, dedujo a la empresa por aplicación de penas convencionales en los contratos aún vigentes.
El engaño le costó a Banamex 360 millones de dólares. La empresa era propiedad de Amado Yáñez Osuna y tenía tratos con Pemex Exploración y Producción, pero a la hora de ir al banco para obtener recursos para realizar los trabajos a la paraestatal, alteraron los números para pedir más dinero del que necesitaban.
Por otro lado, Amado Yáñez esta sujeto a juicio penal por fraude bancario, pero la PGR sólo lo acusó por un delito no grave y goza de libertad bajo fianza.
¿Cuál fue el escándalo de Oceanografía?
Aquí les ponemos un pequeño resumen, para saber más lean nuestra entrada: ¿Qué nos preocupa del caso Oceanografía?
Banamex adelantaba dinero para Oceanografía para que ésta proveyera de servicios a Pemex, entonces Pemex pagaría después al banco, verificando las facturas entregadas por Oceanografía para confirmar que se ha completado el trabajo. Oceanografía utilizó la buena reputación de Pemex, pues tenía la capacidad de pagar su deudas y el garante era nuestro gobierno.
Según The New York Times, Oceanografía era reconocida por estar muy bien relacionada con los políticos mexicanos, y aunque económicamente era inestable, todos sus ingresos provenían de Pemex quien, a pesar de recibir un pésimo servicio, seguía pagando. Para NYT la empresa era casi «tóxica», la firma calificadora Fitch, advirtió a Estados Unidos sobre el alto nivel de «apalancamiento» que tenía esta empresa y su pobre generación de caja en el 2009. Se supone que el gobierno mexicano investigó en 2008 las denuncias contra Oceanografía, pero nada fue probado (pues es la misma clase política la que está involucrada). Pero esta situación podría espantar otro tipo de inversiones, esta crisis ya se había presentado anteriormente en América Latina, Citigroup mismo fue paralizado en los 80 por malos préstamos en la región.
Según el rotativo estadounidense, Emilio Lozoya Austin, un estrecho colaborador de Peña Nieto, ya prometió que se limpiaría a Pemex de corrupción.Además, Pemex expresó el viernes que las irregularidades de Oceanografía era un caso aislado (cosa que contrasta con la investigación hecha en Camisas Azule Manos Negras como el caso de la empresa llamada Blue Marine).
Además se descubrió que Pemex ajustó licitaciones durante 13 años para beneficiar a Oceanografía.
Así es, hablamos de 13 años en los que los encargados de establecer contratos con Pemex fueron negligentes o corruptos; es decir, o los dirigentes de Pemex eran increíblemente ineptos y no sabían lo que estaban haciendo para beneficiar a la empresa de Amado Yáñez o sí sabían lo que estaban haciendo y se coludieron para desangrar a la paraestatal.
Esto no ocurrió solo con materiales, también con los tiempos de entrega. A estas empresas se les ayudó para sacarle dinero de Pemex, aunque brindaran un pésimo servicio.
***Vía Reforma, La Jornada